Existen muchas estrategias para convertirse en un amigo de las aves, la mayoría de nuestros campesinos colombianos las conocen y nos han sugerido implementar en sus predios algunas de ellas, como es el caso de las huertas familiares, que con un manejo sostenible del suelo y el aire en agroecosistemas brindan hábitats para las aves. Es por ello que durante los últimos dos años en la Asociación Calidris hemos identificado un grupo de catorce familias productoras del municipio de Bolívar al norte del Valle del Cauca comprometidos con la conservación de nuestra biodiversidad. Ellos se han dado a la tarea de implementar huertas en sus predios en los que se producen repollo, papa, zanahoria, cebolla, albahaca, cilantro y tomate, entre otros. Tales productos brindan la oportunidad de comer sanamente, intercambiar con los vecinos pero sobre todo recuperar una de las prácticas más tradicionales de nuestros campos, las huertas. Como parte del proyecto Agroecosistemas más amigables con las aves en el Valle del Cauca, financiado por el acta de aves migratorias del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, se implementaron huertas en las que los productores eliminaron o redujeron el uso de agroquímicos sintéticos, para obtener un alimento sano que no contamina el suelo ni la fuentes hídricas. Nuestros amigos de las aves afirman que la implementación en las huertas ha estimulado el trabajo en equipo, la unión familiar, el intercambio de semillas y productos con los vecinos, labor que ha sido principalmente liderada por las mujeres.