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A ritmo de marea contamos las aves playeras del Pacífico colombiano

¿Cómo saber cuántas aves playeras frecuentan el Pacífico colombiano? ¿Hay menos ahora? Esta es la historia de cómo contamos a esas incansables viajeras que ocupan las orillas del mar y de los humedales en esta región mágica. Egretta thula. Foto: Asociación Calidris / Fernando Castillo. La costa pacífica de Colombia, ubicada en el corazón del Chocó biogeográfico, es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta. Paradójicamente, su escaso desarrollo en infraestructura vial y urbana ha permitido que los manglares más altos y frondosos sobrevivan, acompañando el vaivén de la marea como silenciosos guardianes.   En medio de estos paisajes realizamos los conteos de estas aves que ocupan las orillas o playas de los humedales, de ahí viene el nombre de aves playeras aves playeras. Prepararse para adentrarse en estos entornos no es tarea fácil. Llegar a rincones remotos, ya sea por vía aérea o marítima, implica planificar hasta el último detalle. Lo que no llevemos será difícil de conseguir.   Nuestros planes siempre incluyen pedir posada a las familias locales y abastecernos en ciudades como Buenaventura, Cali o Guapi. Es vital coordinar el transporte, asegurar la disponibilidad de combustible y, por supuesto, conocer los horarios de marea. En el Pacífico colombiano, la marea puede subir hasta cuatro metros, transformando radicalmente el paisaje y nuestras posibilidades de acceso.   Como buenos biólogos y ornitólogos, no olvidamos nuestros equipos ópticos, bitácoras de campo, rapidógrafos o lápices, GPS, ropa para el sol y la lluvia, agua, medicamentos personales e insumos de primeros auxilios. Todo cuidadosamente empacado en bolsas plásticas y cajas secas para evitar que se mojen en la lancha. Fotos: Asociación Calidris Una vez todo está todo planeado, empacado y acordado, emprendemos el viaje. Llegamos un día antes de empezar las jornadas, para alcanzar a desempacar, adaptarnos y estar listos al amanecer. Desde Cali tomamos un avión con destino al municipio de Guapi (viaje corto) o un carro hasta Buenaventura, y de allí una embarcación que nos lleva entre manglares, esteros o mar abierto hasta nuestro destino final en costa del departamento de Nariño (viaje largo).   Al día siguiente, antes de que el sol asome, comenzamos los conteos. Cuando la marea está alta, las aves se agrupan a descansar en pequeñas porciones de playa, creando un espectáculo de cientos, a veces miles, de individuos. Al bajar la marea, se dispersan por los lodos, buscando alimento.   La marea determina nuestros pasos tanto como los de las aves. Si queremos registrarlas agrupadas en sus sitios de descanso, salimos con marea alta. Pero si el objetivo es observarlas alimentándose, como en el Proyecto de Aves Playeras Migratorias, esperamos que la marea esté bajando o subiendo. En ocasiones, si la marea está demasiado baja, las aves se alejan tanto que apenas podemos verlas, o simplemente no podemos navegar por los esteros. Bandada mixta. Foto: Asociación Calidris / Fernando Castillo El calor también juega un papel importante. Con temperaturas que superan los 30 grados, la mejor hora para trabajar es temprano en la mañana. A pesar de los años de experiencia, madrugar sigue siendo un reto para algunos de nosotros.   Ya en el sitio, organizamos el equipo y montamos un toldo para protegernos del sol. Los conteos se hacen en pareja: uno observa con el telescopio o binoculares, mientras el otro anota.  La técnica de conteo es sencilla pero precisa: usamos el telescopio o los binoculares como un campo cerrado de visión y dictamos la especie y el número de individuos. “23 Calidris mauri, 7 Calidris pusilla, 2 Numenius phaeopus…” Así, durante minutos que a veces se sienten eternos bajo el sol.   Para las especies más abundantes usamos contadores manuales. Es curioso cómo el ojo identifica el ave y el dedo pulsa el contador casi sin pensar, mientras seguimos dictando otras especies. Foto: Asociación Calidris Foto: Asociación Calidris En medio del trabajo, hay tiempo para pequeños placeres: un sorbo de café y un pan mantequilla de la Panadería Las Cuero, de Guapi. A eso de las 8 am, el desayuno es sagrado. Las delicias preparadas por las mujeres del Pacífico son una fiesta para el alma: “tapao de pescado”, arroz con coco, huevo revuelto…    Este momento ocurre en algún recodo del estuario, mecidos por el movimiento de la lancha al ritmo de las olas y el viento, lejos del manglar para evitar que nos molesten los insectos más incomodos, los jejenes. A lo lejos, el canto de las aves y las voces de pescadores y piagueras acompañan nuestra pausa.   Al final del día, regresamos al pueblo. Un almuerzo con mariscos frescos y arroz con coco, aliñados con productos de las azoteas nos espera. Luego limpiamos los equipos, eliminamos el salitre con agua dulce y revisamos los datos. Consultamos guías de campo, compartimos fotos con colegas y, a veces, mapeamos nuestras rutas con GPS, maravillándonos de todo lo recorrido. Entonces caemos en cuenta del porqué, el cansancio y la sensación de seguir embarcados se mantiene.  Cada jornada es similar en rutina, pero nunca en resultados. Tres o cuatro días embarcados, bajo el sol o la lluvia, conscientes de los afortunados que somos de estar ahí, compartiendo historias y paisajes que cambian cada seis horas. Así, ya son cerca de 13 años repitiendo 2 ó 3 veces al año, estas mismas salidas.    Entonces llega el momento de regresar a casa. Por lo general, hay más calma en el mar y en nosotros mismos. La satisfacción es inmensa, aunque no siempre sepamos exactamente por qué. Quizá por completar las jornadas sin contratiempos, por la buena compañía o por el simple hecho de haber estado allí.   Contentos porque los datos que recogimos son útiles y han permitido a lo largo de estos años entender cómo va nuestra costa Pacífica, cuál es nuestra responsabilidad en su cuidado y con el compromiso renovado de poner todo nuestro interés, capacidades y conocimientos en su cuidado.      Escrito por: Diana Eusse Investigadora asociada Asociación Calidris deusse@calidris.org.co

Balance 2024: 33 años tejiendo esperanza por las aves, con la gente

Se acerca el final del año, y con él llega ese instante inevitable en el que pausamos nuestras actividades para reflexionar sobre el camino recorrido. Cada paso, cada logro y cada desafío vivido durante estos meses nos invita a hacer un balance lleno de gratitud y satisfacción. Reunión la de los socios BirdLife en las Américas Se acerca el final del año, y con él llega ese instante inevitable en el que pausamos nuestras actividades para reflexionar sobre el camino recorrido. Cada paso, cada logro y cada desafío vivido durante estos meses nos invita a hacer un balance lleno de gratitud y satisfacción.   Este 2024 ha sido un año que reafirma nuestra misión como guardianes de la biodiversidad, recordándonos que nuestro propósito trasciende fronteras y nos conecta profundamente con las aves, sus hábitats y las comunidades que dan vida a esta causa. Con inmensa alegría celebramos 33 años como organización de la sociedad civil, construyendo un legado de conservación que no solo se enfoca en la riqueza natural, sino que inspira a otras organizaciones y personas a seguir soñando y actuando.   En este sentido, resaltamos la declaración de la primera área protegida bajo el proyecto Conserva Aves Colombia, un esfuerzo internacional que se hizo realidad gracias al compromiso colectivo y que nos confirma como pioneros en la protección de la vida silvestre. Además, en los Llanos Orientales, hemos continuado destacando la majestuosidad de esta región, trabajando junto a sus habitantes para que sus medios de vida, tan profundamente ligados a la tierra, sigan siendo la base de la conservación de este paisaje único. Los Andes colombianos nos regalaron nuevas oportunidades para fortalecer nuestra labor con la llegada de fondos que impulsaron la conservación de la Reinita de Canadá en la Cordillera Occidental del Valle del Cauca. Este esfuerzo ha permitido consolidar comunidades y procesos que no solo cuidan de esta migratoria, sino también del equilibrio de los ecosistemas que nos sostienen. Asimismo, el Proyecto de monitoreo de aves playeras o MSP, que cumplió 12 años de actividades en la costa Pacífica de América, continúa siendo un ejemplo de colaboración, conectando a más de 15 organizaciones de 13 países y mostrándonos cómo trabajar en red puede transformar nuestra región.   El 2024 también nos trajo momentos que quedarán grabados en nuestra memoria colectiva. Por primera vez en Colombia, acogimos con orgullo la reunión de los socios BirdLife en las Américas, una celebración de unidad y compromiso que sentimos como un sueño hecho realidad. A ello se sumó nuestra participación activa en la COP16 en Cali, donde como anfitriones apoyamos el accionar de toda la delación que tomó parte de este espacio de decisión global. https://www.youtube.com/watch?v=MpqQ_9Ql2vc Como si fuera poco, en octubre también celebramos además los 10 años del Censo Urbano de Aves de Cali, así como el reconocimiento de nuestra ciudad como “Ciudad de Aves”, y seguimos tejiendo redes de conservación en la Amazonía, el Caribe colombiano y con el sector cañicultor del Valle del Cauca.   Nada de esto habría sido posible sin las manos y los corazones que nos acompañan: nuestro equipo técnico, las comunidades locales, los donantes, las organizaciones aliadas y las entidades gubernamentales que han creído en nosotros. A todos, gracias por caminar a nuestro lado, por compartir este sueño y por recordarnos que juntos podemos construir un mundo donde las aves y las personas encuentren un refugio común. Que este cierre de año sea una invitación a seguir volando alto, con esperanza y determinación, por las aves, con la gente.   Para más información: Luis Fernando Castillo Director Asociación Calidris calidris@calidris.org.co

Los frutos del Monitoreo participativo de la reinita de Canadá

Queremos contarles que este año, hemos estado trabajando por la conservación de dos aves migratorias, la Reinita de Canadá (Cardellina canadensis) y la Reinita Cerúlea (Setophaga cerulea) en la cordillera Occidental del Valle del Cauca, gracias al apoyo financiero del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. San Isidro, Bolívar – Valle del Cauca. Asociación Calidris / Diana Ramírez Bolívar, Valle del Cauca. Desde el 2021, iniciamos con el objetivo de fortalecer las capacidades de las personas de Reservas Naturales de la Sociedad Civil, para la toma de decisiones a favor de la biodiversidad y la protección de los recursos naturales. Aunque han sucedido cambios y adversidades, el grupo ha continuado creciendo y rindiendo frutos. En Bolívar, hemos visto cómo en las personas que hacen parte del grupo de monitoreo participativo, ha crecido el interés y la motivación por querer conservar estas especies.   En algunas ocasiones han continuado el proceso por su cuenta, lo cual nos llena de orgullo y satisfacción. Actualmente nos apoyan con la investigación de la densidad poblacional de las Reinitas y nos hemos dado cuenta que los conocimientos que albergan, les han permitido seguir creciendo como grupo de monitoreo comunitario y de manera individual. Monitoreo participativo en Bolívar, Valle del Cauca. Asociación Calidris / Valentina Hinojosa Bolívar, Valle del Cauca. Asociación Calidris / Gabriel Jaramillo En los recorridos, nos hemos encontrado con la Reinita de Canadá, una de nuestras especies de interés, la cual hemos estado buscando desde septiembre de este año. Nuestra felicidad se ha duplicado al tener la oportunidad de apreciar la emoción que inunda a las personas cuando la logran identificar y observar. También, al compartirles el conocimiento sobre otras especies que nos topamos en el camino, como el Carpinterito punteado (Picumnus granadensis), un ave endémica, es satisfactorio ver cómo se asombran de poder observarlas y que estén presentes en su territorio.   En los próximos meses, estaremos continuando con los procesos del monitoreo participativo y la investigación de las Reinitas con el grupo local. Además, planemos publicar un protocolo de monitoreo que contiene información del proceso y que tiene aportes confiables sobre la relación de las aves con los usos de la tierra (zonas agrícolas y pecuarias, así como parches de bosque) y cómo estos pueden favorecer la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo a favor de la conservación de la avifauna.   Para más información: Diana Ramírez Investigadora Asociada  Asociación Calidris dramirez@calidris.org.co

¡Vamos a monitorear nuestras aves y nuestras playas! 

En los ecosistemas costeros de Bocagrande y El Bajito Tumac estamos conformando un grupo de ciencia participativa para monitorear las aves acuáticas, migratorias y residentes, con el fin de fortalecer las buenas prácticas del turismo regenerativo y aportar a la sostenibilidad del territorio. Grupo de ciencia participativa Bocagrande Tumaco, Nariño. La Asociación Calidris y el programa Destino Naturaleza de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) estamos implementando el proyecto “Aves acuáticas y perturbaciones humanas en las playas de El Bajito Sanador y Bocagrande en Tumaco – Nariño: Una propuesta de turismo regenerativo y monitoreo participativo comunitario”.     En el marco de dicho proyecto, en el mes de noviembre llevamos a cabo nuestro segundo encuentro. El primer día, llegaron muy puntuales Mario, Yefferson, Diana Carolina, Sandra, Óscar, Alexis, Víctor, Lucía, Cristian, Isaul, Rosa y Nataly, quienes con buen ánimo y, desde cada una de sus organizaciones nos acogieron, y dimos así, inicio al taller en el que nos propusimos realizar un diagnóstico participativo de amenazas y oportunidades de las playas de Bocagrande.    En mapas impresos, identificamos aquellos lugares donde se pueden observar diversas especies de aves acuáticas, así como otros grupos animales como ballenas y tortugas, de igual manera destacamos la importancia de  lugares, ricos en pesca artesanal, gastronomía y espacios de conservación, entre otros. También identificamos las amenazas existentes. Este diagnóstico, es una importante herramienta para la construcción del plan de monitoreo que realizaremos en esta localidad. Para ello, el grupo propuso una pregunta orientadora, que dará paso al proceso de investigación.  Grupo de ciencia participativa Bocagrande Grupo de ciencia participativa Bocagrande Estas actividades se replicaron con los integrantes del grupo de ciencia participativa que viven en la playa de El Bajito, donde nos dieron la bienvenida y nos contaron que su barrio es reconocido localmente como El Bajito Tumac, y que así es como prefieren nombrarlo.    Acá, Héctor, Magaly, Diana Elizabeth, Lida, Kelly, Carolina, Jesús, Marcela, Magdalena, María Aide y Grimanesa, en distintas mesas de trabajo, hicieron el diagnóstico de oportunidades y amenazas del territorio, y socializaron los pasos a seguir en la construcción del plan de monitoreo.    El encuentro, tanto en Bocagrande como en El Bajito Tumac, nos permitió abordar el tema de la comunicación como un elemento fundamental en el fortalecimiento comunitario y las buenas prácticas del turismo. Como parte de las actividades, identificamos audiencias, mensajes y medios clave para fortalecer este proceso.  Grupo de ciencia participativa El Bajito Tumac Grupo de ciencia participativa El Bajito Tumac De esta manera, el grupo de ciencia participativa de Bocagrande y del Bajito Tumac, toma fuerza y se prepara para el mes de diciembre, cuando nos reencontraremos para profundizar en el plan de monitoreo y para avanzar en el diseño de una estrategia de comunicación, los cuales aporten a la conservación de las aves acuáticas y migratorias, y al fortalecimiento comunitario para la sostenibilidad del territorio.    Este proyecto, liderado por la Asociación Calidris, es financiado por el Programa Destino Naturaleza de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés).    Para más información  Dina Luz Estupiñán Investigadora Asociación Calidris dina.estupinan@calidris.org.co 

Nuestro Valle, su refugio: Conservar el hábitat para las aves migratorias

Desde la Asociación Calidris apoyamos a nuestros socios locales en sus iniciativas, por esta razón, compartimos con ustedes este corto realizado por Mario Virgen, de Bolívar(Valle), con quien venimos trabajando en diferentes procesos para la conservación de la reinita canadiense en la cordillera Occidental. Bolívar, Valle del Cauca. “Nuestro Valle, su refugio” es un cortometraje animado en 2 dimensiones que busca visibilizar la pérdida de los hábitats del Valle del Cauca, y su importancia para las aves migratorias, es una iniciativa que surgió gracias a las experiencias en el grupo de monitoreo comunitario de aves del corregimiento de Primavera en el municipio de Bolívar, Valle del Cauca, para mi trabajo de grado y poder titularme como profesional, surge la intención de contar una conmovedora historia que se complementa con su ave protagonista, en este caso la Reinita de Canadá (Cardellina canadensis) una pequeña ave que habita en la vegetación baja, cuya migración sobresale debido a su poca permanencia en las zonas reproductivas siendo unas de las primeras en migrar al sur y de las últimas en regresar al norte. Así mismo, la preocupante disminución de individuos de esta especie en la última década, resultado de las actividades humanas, la convierte en una gran protagonista. https://www.youtube.com/watch?v=X4nw8f9DFxg Acerca del cortometraje, este fue creado con el estilo de animación de los años 90 y 2000, cuyas técnicas destacan por tener bases en las técnicas manuales donde las pinceladas y texturas predominan en una imagen con detalles únicos. La historia inicia en un bosque de Canadá, donde nace un pichón de Reinita Canadiense (Cardellina canadensis), después de un par de meses emprende vuelo a su primera migración al sur, en su camino observa algunas amenazas y al llegar se enfrenta a la pérdida del hábitat, el cual visitaban sus antepasados.  Es una reflexión para conservar y restaurar los hábitats.   Para lograr un impacto conté con la corporación socio ecológica para el futuro de Bolívar, Valle – ECOFUTURO un importante aliado local, quien apoyó la iniciativa desde el inicio con equipos e información del territorio. Así mismo, la Asociación Calidris y sus profesionales, con el trabajo en los grupos de monitoreo comunitario de aves, han llevado la formación y la práctica un paso más adelante, donde la comunidad toma iniciativas, para contribuir en la conservación. Aunque el cortometraje está inspirado en este municipio, la situación está presente en el departamento, lo cual hace importante visibilizar a otras comunidades estos problemas y que fomenten iniciativas para proteger y conservar el medio ambiente.   Para más información: Carlos Mario Virgen Valencia mariovirgenva@gmail.com 10° semestre Diseño Visual Digital INTEP – Roldanillo, Valle

La bandada BirdLife Américas se reencuentra, esta vez en Colombia 

Por primera vez en Colombia, representantes de 24 organizaciones de 21 países de las Américas, socios de BirdLife Internacional, se reunieron en Guadalajara de Buga, Valle del Cauca, para fomentar el diálogo y la colaboración entre las organizaciones aliadas por la conservación de las aves de la región (Norte, Centro y Sur de América).  Reunión de Socios de BirdLife Américas en Guadalajara de Buga Guadalajara de Buga, Colombia. Del 18 al 20 de octubre de 2024, socios y aliados de la red de BirdLife en América se reencontraron en el Valle del Cauca para mantener, fortalecer y proyectar los procesos de conservación de aves en las Américas (norte, centro y sur).    El encuentro de socios fortaleció las capacidades en temas de incidencia política, contribuciones a las estrategias globales y nacionales, manejo del fuego y creación de áreas protegidas lo cual redundara en la conservación de las aves y sus ecosistemas. También se resaltó el impacto de las políticas públicas y el rol de las comunidades locales y los gobiernos en la promoción de acciones de conservación a nivel regional y global.   La Reunión de Socios de las Américas de BirdLife fue un paso fundamental para mantener la red continental más fuerte y efectiva, comprometida con la protección de la biodiversidad y la lucha contra las amenazas que enfrentan las aves y los ecosistemas de las Américas. Se espera haber aportado al fortalecimiento de la alianza regional, a la consolidación de estrategias conjuntas de conservación y a identificar avances y necesidades para la implementación del Plan de Acción Regional.    “Desde la Asociación Calidris, socia de BirdLife en Colombia, se espera transmitir la importancia de la colaboración transnacional y local para la protección de aves y su entorno natural. Buscamos que este evento genere un sentido de urgencia y compromiso hacia la implementación de acciones concretas y favorables para estas especies en la región”, explicó Luis Fernando Castillo, director de la Asociación Calidris.  Los participantes visitaron áreas clave para la conservación de las aves, como la Laguna de Sonso. En esta oportunidad, se resaltó la riqueza en biodiversidad de aves presente en el país, y de manera más precisa, la importancia ecológica del municipio de Guadalajara de Buga (Valle del Cauca). Su ubicación estratégica en el Valle Geográfico del río Cauca, su relación con las cordilleras Central y Occidental y su cercanía a los humedales que ofrecen un sinnúmero de corredores biológicos vitales para las aves y las personas. Además, los habitantes de la ciudad cuentan con una sólida tradición en el liderazgo de movimientos para la conservación de la naturaleza y es un referente para proyectos de desarrollo sostenible.     Por esta razón, se aprovechó esta oportunidad para que los participantes visiten sitios de gran importancia para la conservación de aves. En este caso serán cuatro sitios seleccionados por su relevancia y representatividad ecológica y su papel en la protección de especies claves en el Valle del Cauca: el Distrito de Manejo integrado Laguna de Sonso; el Área Protegida Pública Regional Alto Calima, el Ecohotel El Diamante y Providencia Parque Ecológico.     La Asociación Calidris es una organización de la sociedad civil, que, a lo largo de más de 30 años, se ha enfocado en contribuir a la conservación de las aves y sus hábitats en Colombia y en las Américas. Es socia de BirdLife en Colombia desde 2017 y ha desempeñado un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad del país, su rol como anfitrión de este evento refleja su compromiso con la misión de BirdLife y con los planes y estrategias nacionales, de asegurar un futuro en el que las personas y la naturaleza puedan coexistir en armonía.      Para más información:    Luis Fernando Castillo Asociación Calidris calidris@calidris.org.co  

Cali, ciudad de aves y de ciencia ciudadana  

El Censo Urbano de Aves de Cali es una actividad de ciencia ciudadana que contribuye, desde hace una década, al conocimiento y monitoreo de la biodiversidad urbana y fortalece la relación de los caleños con la naturaleza. Santiago de Cali, Colombia. El Censo Urbano de Aves de Cali (CUAC) ha demostrado que la colaboración entre la comunidad, las universidades, la sociedad civil y el gobierno, puede generar importantes avances en la conservación de las aves y los ecosistemas urbanos.      El objetivo principal del Censo es identificar y cuantificar las especies de aves que habitan en la ciudad, creando un registro constante que permite observar las tendencias en las poblaciones a lo largo del tiempo. Esta información es importante para la toma de decisiones relacionadas con la conservación de la biodiversidad urbana y la promoción y el diseño de políticas que favorezcan un desarrollo más sostenible.   Iniciado hace una década, el CUAC nació de la necesidad de conocer mejor la avifauna de Santiago de Cali, al suroccidente colombiano, y entender así, cómo se relacionan las aves con el crecimiento de la ciudad, pensando en que pueden ser indicadores para medir la salud ecológica de una ciudad, pues debido a su sensibilidad a los cambios ambientales, actúan como termómetros naturales que reflejan los impactos del crecimiento urbano, la pérdida de áreas verdes, la contaminación y otros factores que alteran los ecosistemas.    Como resultado de este ejercicio, se han identificado más de 240 especies de aves dentro del área urbana de Cali (334 en total incluyendo área semiurbana).  Gracias a la constancia en la realización del censo año tras año, hemos fomentado una creciente participación ciudadana, con la incorporación en las jornadas de observación, de voluntarios, incluidos estudiantes, científicos y aficionados.     Lo anterior, ha permitido tener un mejor conocimiento de la avifauna presente en los diferentes Ecoparques y Bosques Urbanos de la ciudad.  Lo que sin duda evidencia la importancia de Cali como un sitio de valor para las aves migratorias y residentes, consolidando su reputación como Ciudad de las Aves.    El Censo Urbano de Aves de Cali ha permitido un mejor conocimiento de la avifauna presente en los diferentes Ecoparques y Bosques Urbanos de la ciudad. Del Valle del Cauca para el mundo    Cali y el Valle del Cauca se destacan por su gran diversidad de aves, lo que convierte a la región en un referente mundial. La avifauna cumple un rol crucial en el equilibrio de los ecosistemas, actuando como polinizadoras, dispersoras de semillas y controladoras de plagas, lo que es vital para la regeneración de los hábitats naturales y la agricultura local.      Además de su valor ecológico, las aves representan un recurso económico importante. El ecoturismo basado en la observación de aves atrae a visitantes nacionales e internacionales, generando ingresos y fomentando el desarrollo sostenible en la región. Las aves también son indicadores clave de la salud ambiental. Los cambios en sus poblaciones pueden alertar sobre problemas como la degradación de ecosistemas y la contaminación.     Debido a los grandes desafíos que enfrentan las aves por la transformación de los hábitats naturales, generados principalmente por la expansión urbana y las actividades agroindustriales. Su conservación requiere esfuerzos conjuntos que incluyan la creación de más áreas protegidas, la restauración de corredores ecológicos y la promoción de prácticas sostenibles.      Proteger las aves no solo es vital para los ecosistemas, sino también para el bienestar de las futuras generaciones. Involucrarse en proyectos de ciencia ciudadana y respetar los espacios naturales es esencial para garantizar que Cali siga siendo un refugio para la biodiversidad.   Foto: Asociación Calidris. Titiribí pechirojo (Pyrocephalus rubinus) El décimo Censo Urbano de la Ciudad de Cali  Este año se realizará entre el 5 y el 13 de octubre de 2024. Estaremos en 24 sitios diferentes de Cali, entre ellos los ecoparques administrados por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, DAGMA: Cerro de La Bandera, Corazón del Pance sector el Embudo, Pisamos, Lagunas de Charco Azul y El Pondaje, Cerro de las Tres Cruces – Bataclán, Lago de las Garzas, la Reserva Natural El Danubio y el Ecoparque Río Pance. Igual que en años anteriores, realizaremos observaciones en la Ruta del Sirirí, los barrios Salomia y Bochalema, los corredores de los ríos Cali y Lili, la Hacienda Cañasgordas y los parques del Norte, del ingenio III y del acueducto de San Antonio, Bosque Escondido, La Buitrera, el Jardín Botánico y el Zoológico de Cali.   El enfoque participativo que tiene el Censo Urbano de Aves de Cali permite que la comunidad se involucre de manera directa en el conocimiento de la biodiversidad de su ciudad, fomentando una mayor conciencia ambiental. Al observar las aves en su entorno cotidiano, los ciudadanos no solo aprenden sobre la diversidad de especies que coexisten con ellos, sino que también se convierten en defensores de la protección de los espacios naturales dentro de la ciudad.     Para más información  Luis Fernando Castillo Asociación Calidris calidris@calidris.org.co 

Monitoreo comunitario de aves acuáticas y turismo regenerativo en las playas de El Bajito Sanador y Bocagrande en Tumaco – Nariño 

La Asociación Calidris y el programa Destino Naturaleza de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) llevaremos a cabo en el proyecto “Aves acuáticas y perturbaciones humanas en las playas de El Bajito Sanador y Bocagrande en Tumaco – Nariño: Una propuesta de turismo regenerativo y monitoreo participativo comunitario”. Santiago de Cali, Colombia. Esta iniciativa tiene como objetivo diseñar e implementar participativamente un programa piloto de monitoreo de aves acuáticas residentes y migratorias en sitios con potencial para ofertar el turismo regenerativo en Tumaco Nariño.  Para ello, conformaremos una comunidad de ciencia participativa integrada por actores locales o personas de las comunidades locales, interesadas en procesos de conservación, turismo y cultura. Una vez que se haya establecido, se diseñará un programa de monitoreo de aves acuáticas y perturbaciones en hábitats de importancia para estas especies.    Foto: Asociación Calidris. Playa de Bocagrande, Tumaco – Nariño Con esta iniciativa se espera, además, aumentar el conocimiento sobre uno de los atractivos turísticos más relevantes de nuestro país: las aves, generando así, un mayor sentido de apropiación local, lo que aportará a la identificación de las posibles perturbaciones asociadas a esa actividad en las playas de El Bajito y Bocagrande.      “La Perla del Pacífico”, como también es conocida la ciudad de Tumaco, es el segundo puerto colombiano por importancia después de Buenaventura, y el más cercano a la frontera con Ecuador. Se caracteriza por su gran diversidad sociocultural y riqueza biológica. Sus playas son su principal atractivo y, por tanto, ahí se concentra gran parte de la oferta hotelera del departamento.  A su vez, cuenta con servicios turísticos tales como recorridos por los esteros y bosques costeros, observación de aves y ballenas, entre otros.    Foto: Asociación Calidris / Dina Luz Estúpiñan. (Tringa semipalmata) Estos ecosistemas son ideales para aves migratorias, por lo cual, son reconocidos como un área importante para las aves playeras. Existen registros históricos de más de 3 mil aves playeras en sus hábitats costeros, por lo que el Plan de Conservación para Aves Playeras en Colombia le ha otorgado la categoría de importancia local. Además, datos recientes del Censo Neotropical de Aves Acuáticas, sugieren que el área podría ser de importancia para el chorlito piquigrueso (Anarhynchus wilsonia), el zarapito común (Numenius phaeopus) y piloto (Tringa semipalmata).     “Conocer la avifauna presente en el área del proyecto y monitorearla en el tiempo, mediante una estrategia de monitoreo participativo cocreada con múltiples actores, permitirá consolidar información clave para determinar cómo hacer un uso sostenible de ella y medir su impacto sobre los diferentes servicios ecosistémicos”, explicó Dina Luz Estupiñán, de la Asociación Calidris.    Para más información: Dina Luz EstúpiñanInvestigadoraAsociación Calidrisdina.estupinan@calidris.org.co

Historias y saberes: Tejiendo vidas y territorios

Por: Valentina Hinojosa, investigadora Asociación Calidris Bolívar, Valle del Cauca. En septiembre de este año, nos encontrábamos en un taller de Comunicaciones con algunos integrantes del grupo de monitoreo participativo del municipio de Bolívar. En la primera parte del taller, tuve la oportunidad de escuchar a la gente contando diversas historias sobre sus territorios. En el ambiente, reinaron sentimientos que iban desde la tristeza y la frustración hasta la alegría y la esperanza. Narraron historias sobre la pérdida de la biodiversidad y la incertidumbre generada por el orden público y fenómenos naturales que impactaron sus hogares. En contraste, contaron cómo han seguido adelante con sus familias, además de la forma en que la conservación y las aves han unido vidas. La felicidad de tener la oportunidad de seguir conociendo las aves de su territorio. Por mi parte, recordé una gran noticia que recibimos este año. Los integrantes del grupo de monitoreo del corregimiento de Primavera, formaron por iniciativa propia, un grupo llamado “Pajareadas BRUT”. Empezaron a hacer guianzas de observación de aves en el Embalse Guacas. Es satisfactorio ver cómo continúan apropiándose de su territorio y su biodiversidad, además de tener la oportunidad de verlos crecer como grupo e individualmente. Esta grata experiencia demuestra que las semillas de la motivación y el conocimiento rinden frutos y la importancia de compartir los valiosos conocimientos que albergamos. Las historias de los territorios nos recuerdan la capacidad de salir adelante y la esperanza que genera la unión de la comunidad Desde que escuché sus relatos y recordé los míos, fui consciente de la importancia de contar nuestras experiencias y seguirlas transmitiendo de generación en generación. Nuestras historias están compuestas de matices grises. Hay piezas pequeñas y rotas, grandes y coloridas, recuerdos que queremos olvidar y otros que nunca quisiéramos perder. Pero, al fin y al cabo, todas las historias forjan nuestra identidad y nuestros territorios.   Es enriquecedor saber que, en el grupo, concluimos que cada experiencia, nos deja aprendizajes imborrables y que moldean nuestras aspiraciones, nuestros sueños y propósitos de vida. Es así como fuimos conscientes del poder que tienen nuestras voces, además de que, a través de nuestros saberes y nuestras historias, tenemos la capacidad de continuar tejiendo vidas.   El Taller “Comunicaciones desde el territorio” se realiza como parte de la implementación del proyecto: “Hábitats saludables para las Reinitas en los Andes de Colombia III” financiado por El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. Compartimos con ustedes algunas imágenes de esta experiencia.   https://www.youtube.com/watch?v=8b08niGrLa8 Para más información: Valentina HinojosaInvestigadora Asociación Calidrisvhinojosa@calidris.org.co

Décimo Festival de Aves Migratorias del Caribe colombiano

Este evento, llevado a cabo entre noviembrede 2023 y mayo de 2024, tuvo como tema central el “Agua vital para las aves”. Bolívar y Atlántico fueron los escenarios donde a través de talleres, ejercicios de observación de aves y la creación colectiva de un mural, entre otras actividades, se resaltó la importancia de las aves migratorias para la conservación de los territorios. En esta versión, el Chorlo gris (Pluvialis squatarola) fue la especie emblemática que se destacó. Conozca más en el siguiente video