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¿Sabes quién soy? El Compás te cuenta su historia

Asociación Calidris / Luis Carlos Mora

Mi nombre científico es Semnornis ramphastinus, pero todos me conocen como Compás. Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Soy un ave única, llena de colores vibrantes, y aunque no soy un tucán ¡mi pico también es bastante llamativo! Vivo en los bosques húmedos de los Andes occidentales de Colombia y Ecuador, entre los 1000 y 2400 metros de altura. Me encanta pasar el día explorando en busca de mi comida favorita: frutas jugosas e insectos como termitas y escarabajos. A veces, sostengo las flores con mis patas para beber su néctar ¡todo un truco de equilibrio! y ¡Soy un experto en aplastar frutos con mi pico para sacarles el jugo!    Vivo en grupos pequeños, usualmente con mi pareja y algunos de mis polluelos de años anteriores. Somos muy unidos y trabajamos en equipo: juntos excavamos nidos en troncos muertos y cuidamos a los más pequeños ¡Incluso mis hijos mayores me ayudan a alimentar a sus hermanitos!  Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Si me buscas entre febrero y mayo, quizás me encuentres construyendo mi nido o cuidando a mis polluelos. Pero no te acerques demasiado ¡somos muy territoriales y defenderemos nuestro hogar con fuertes vocalizaciones y coros en dúo!    Pero la vida no es fácil. Nuestro hogar está amenazado por la deforestación, y además, tengo que cuidarme de depredadores como algunos tucanes, mono capuchino y ardillas, que a veces se come mis huevos o polluelos.    Aunque soy un ave casi amenazada, aún hay esperanza. Reservas Naturales como la del río Ñambi y La Planada en Colombia nos protegen, pero necesitamos más aliados. Si vienes a los Andes colombianos, mira hacia los árboles y escucha mi canto. Quizás me veas revoloteando, disfrutando de la vida en este paraíso natural.    Para más información: Luis Carlos Mora MedinaBiólogo MSc.Asociación Calidrislcmora@calidris.org.co

Navidad con Alas: conteo navideño de aves en la cordillera Occidental

El pasado 19 de diciembre 37 personas participamos en el conteo navideño de aves de la cordillera Occidental. Pero, ¿Por qué contar aves y por qué en navidad? Foto: Asociación Calidris Hace más de 100 años era tradición salir a cazar aves durante esta temporada. Afortunadamente, el ornitólogo Frank Champan tuvo una gran preocupación por el futuro de estas especies y propuso una alternativa: salir a contarlas, dando origen al conteo navideño de aves (Christmas Bird Count).   Esta iniciativa fue muy bien recibida, y sigue llevándose a cabo en todo America entre el 14 de diciembre y el 5 de enero. Durante este tiempo, organizaciones y voluntarios se unen para salir a contar aves en diversos lugares que van desde la costa hasta los bosques de alta montaña. El conteo se realiza contando aves en un círculo de 24 km de diámetro. En la cordillera Occidental este círculo abarca 8 localidades en el bosque subandino del Área Clave para la Biodiversidad (KBA) Bosque de San Antonio, Km 18, Chicoral y Dapa. Todas las localidades se visitan en un solo día, con el objetivo de detectar visual y auditivo la mayor cantidad posible de especies. Foto: Asociación Río Cali Foto: Asociación Río Cali Estos conteos proporcionan información valiosa sobre las especies presentes y su abundancia, datos que apoyan en las estrategias de conservación de muchos sitios. Además, fomenta la participación de tod@s, convirtiéndose en una actividad de ciencia participativa en la que cada persona contribuye al proceso de recolección de datos.    Agradecemos al equipo técnico de la Asociación Calidris y la Asociacion Rio Cali – Colombia BirdFair, la Fundación Dapaviva junto a sus niñas, Hostal Debusale, Finca Lomalinda, La Minga Ecolodge, la Sociedad Vallecaucana de Ornitología – Dacnis, Bosque de Niebla Birding and Nature y al Club de Observadores de Aves Gallito de Roca y tod@s los observadores voluntarios que nos acompañaron a esta cita con las aves.   A continuación les invitamos a conocer algunos importantes resultados obtenidos durante este conteo navideño de aves: Para más información: Dina Luz Estupiñán Investigadora Asociada Asociación Calidris dina.estupinan@calidris.org.co

El Torito Cabecirrojo te cuenta su historia

Mi nombre científico es (Eubucco bourcierii), pero puedes llamarme Torito Cabecirrojo. ¿Sabes qué significa mi nombre? Torito Cabecirrojo (Eubucco bourcierii). Foto: Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Viene del griego eu (hermoso) y del latín bucco (barbudo), así que básicamente soy un “barbudo hermoso”🐦. ¡Y con esta cabecita roja, no me queda duda, aunque si soy hembra, llevo tonos más discretos en verde y amarillo!! 😎   Me encanta vivir en los bosques húmedos de montaña, especialmente en los Andes colombianos. Si madrugas y caminas por los bordes de los bosques, cerca de Cali, quizás me veas revoloteando entre los árboles. Me encanta recorrer los árboles en busca de mi comida favorita: frutas jugosas y pequeños insectos como saltamontes, escarabajos y hasta arañas. ¡Soy un acróbata del follaje! Revoloteo entre las ramas y hasta busco bichitos escondidos entre hojas secas. 🍃A veces voy solo, pero otras veces me junto con mis amigos en grupos de hasta 8 toritos. ¡Somos una banda divertida! 🎉 Torito Cabecirrojo (Eubucco bourcierii) Fotos: Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Si me buscas entre marzo y julio, quizás me encuentres construyendo mi nido. Ambos, mi pareja y yo, excavamos un hoyo en un tronco viejo o usamos uno que dejaron los carpinteros. Allí ponemos de 2 a 5 huevos, y en unos 15 días ya tendremos polluelos. ¡Los alimentamos con insectos hasta que estén listos para volar! 🐣   Aunque por ahora no estoy en peligro de extinción, siempre es importante cuidar nuestros bosques para que siga habiendo lugares donde pueda vivir y revolotear feliz. 🌳   Así que, si vienes a Cali, y estes en la zona rural, abre los ojos y para oreja… quizás te sorprenda con mi canto y mi colorido plumaje. 🕊️   Para más información: Luis Carlos Mora MedinaBiólogo MSc.Asociación Calidrislcmora@calidris.org.co

A ritmo de marea contamos las aves playeras del Pacífico colombiano

¿Cómo saber cuántas aves playeras frecuentan el Pacífico colombiano? ¿Hay menos ahora? Esta es la historia de cómo contamos a esas incansables viajeras que ocupan las orillas del mar y de los humedales en esta región mágica. Egretta thula. Foto: Asociación Calidris / Fernando Castillo. La costa pacífica de Colombia, ubicada en el corazón del Chocó biogeográfico, es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta. Paradójicamente, su escaso desarrollo en infraestructura vial y urbana ha permitido que los manglares más altos y frondosos sobrevivan, acompañando el vaivén de la marea como silenciosos guardianes.   En medio de estos paisajes realizamos los conteos de estas aves que ocupan las orillas o playas de los humedales, de ahí viene el nombre de aves playeras aves playeras. Prepararse para adentrarse en estos entornos no es tarea fácil. Llegar a rincones remotos, ya sea por vía aérea o marítima, implica planificar hasta el último detalle. Lo que no llevemos será difícil de conseguir.   Nuestros planes siempre incluyen pedir posada a las familias locales y abastecernos en ciudades como Buenaventura, Cali o Guapi. Es vital coordinar el transporte, asegurar la disponibilidad de combustible y, por supuesto, conocer los horarios de marea. En el Pacífico colombiano, la marea puede subir hasta cuatro metros, transformando radicalmente el paisaje y nuestras posibilidades de acceso.   Como buenos biólogos y ornitólogos, no olvidamos nuestros equipos ópticos, bitácoras de campo, rapidógrafos o lápices, GPS, ropa para el sol y la lluvia, agua, medicamentos personales e insumos de primeros auxilios. Todo cuidadosamente empacado en bolsas plásticas y cajas secas para evitar que se mojen en la lancha. Fotos: Asociación Calidris Una vez todo está todo planeado, empacado y acordado, emprendemos el viaje. Llegamos un día antes de empezar las jornadas, para alcanzar a desempacar, adaptarnos y estar listos al amanecer. Desde Cali tomamos un avión con destino al municipio de Guapi (viaje corto) o un carro hasta Buenaventura, y de allí una embarcación que nos lleva entre manglares, esteros o mar abierto hasta nuestro destino final en costa del departamento de Nariño (viaje largo).   Al día siguiente, antes de que el sol asome, comenzamos los conteos. Cuando la marea está alta, las aves se agrupan a descansar en pequeñas porciones de playa, creando un espectáculo de cientos, a veces miles, de individuos. Al bajar la marea, se dispersan por los lodos, buscando alimento.   La marea determina nuestros pasos tanto como los de las aves. Si queremos registrarlas agrupadas en sus sitios de descanso, salimos con marea alta. Pero si el objetivo es observarlas alimentándose, como en el Proyecto de Aves Playeras Migratorias, esperamos que la marea esté bajando o subiendo. En ocasiones, si la marea está demasiado baja, las aves se alejan tanto que apenas podemos verlas, o simplemente no podemos navegar por los esteros. Bandada mixta. Foto: Asociación Calidris / Fernando Castillo El calor también juega un papel importante. Con temperaturas que superan los 30 grados, la mejor hora para trabajar es temprano en la mañana. A pesar de los años de experiencia, madrugar sigue siendo un reto para algunos de nosotros.   Ya en el sitio, organizamos el equipo y montamos un toldo para protegernos del sol. Los conteos se hacen en pareja: uno observa con el telescopio o binoculares, mientras el otro anota.  La técnica de conteo es sencilla pero precisa: usamos el telescopio o los binoculares como un campo cerrado de visión y dictamos la especie y el número de individuos. “23 Calidris mauri, 7 Calidris pusilla, 2 Numenius phaeopus…” Así, durante minutos que a veces se sienten eternos bajo el sol.   Para las especies más abundantes usamos contadores manuales. Es curioso cómo el ojo identifica el ave y el dedo pulsa el contador casi sin pensar, mientras seguimos dictando otras especies. Foto: Asociación Calidris Foto: Asociación Calidris En medio del trabajo, hay tiempo para pequeños placeres: un sorbo de café y un pan mantequilla de la Panadería Las Cuero, de Guapi. A eso de las 8 am, el desayuno es sagrado. Las delicias preparadas por las mujeres del Pacífico son una fiesta para el alma: “tapao de pescado”, arroz con coco, huevo revuelto…    Este momento ocurre en algún recodo del estuario, mecidos por el movimiento de la lancha al ritmo de las olas y el viento, lejos del manglar para evitar que nos molesten los insectos más incomodos, los jejenes. A lo lejos, el canto de las aves y las voces de pescadores y piagueras acompañan nuestra pausa.   Al final del día, regresamos al pueblo. Un almuerzo con mariscos frescos y arroz con coco, aliñados con productos de las azoteas nos espera. Luego limpiamos los equipos, eliminamos el salitre con agua dulce y revisamos los datos. Consultamos guías de campo, compartimos fotos con colegas y, a veces, mapeamos nuestras rutas con GPS, maravillándonos de todo lo recorrido. Entonces caemos en cuenta del porqué, el cansancio y la sensación de seguir embarcados se mantiene.  Cada jornada es similar en rutina, pero nunca en resultados. Tres o cuatro días embarcados, bajo el sol o la lluvia, conscientes de los afortunados que somos de estar ahí, compartiendo historias y paisajes que cambian cada seis horas. Así, ya son cerca de 13 años repitiendo 2 ó 3 veces al año, estas mismas salidas.    Entonces llega el momento de regresar a casa. Por lo general, hay más calma en el mar y en nosotros mismos. La satisfacción es inmensa, aunque no siempre sepamos exactamente por qué. Quizá por completar las jornadas sin contratiempos, por la buena compañía o por el simple hecho de haber estado allí.   Contentos porque los datos que recogimos son útiles y han permitido a lo largo de estos años entender cómo va nuestra costa Pacífica, cuál es nuestra responsabilidad en su cuidado y con el compromiso renovado de poner todo nuestro interés, capacidades y conocimientos en su cuidado.      Escrito por: Diana Eusse Investigadora asociada Asociación Calidris deusse@calidris.org.co

Los frutos del Monitoreo participativo de la reinita de Canadá

Queremos contarles que este año, hemos estado trabajando por la conservación de dos aves migratorias, la Reinita de Canadá (Cardellina canadensis) y la Reinita Cerúlea (Setophaga cerulea) en la cordillera Occidental del Valle del Cauca, gracias al apoyo financiero del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. San Isidro, Bolívar – Valle del Cauca. Asociación Calidris / Diana Ramírez Bolívar, Valle del Cauca. Desde el 2021, iniciamos con el objetivo de fortalecer las capacidades de las personas de Reservas Naturales de la Sociedad Civil, para la toma de decisiones a favor de la biodiversidad y la protección de los recursos naturales. Aunque han sucedido cambios y adversidades, el grupo ha continuado creciendo y rindiendo frutos. En Bolívar, hemos visto cómo en las personas que hacen parte del grupo de monitoreo participativo, ha crecido el interés y la motivación por querer conservar estas especies.   En algunas ocasiones han continuado el proceso por su cuenta, lo cual nos llena de orgullo y satisfacción. Actualmente nos apoyan con la investigación de la densidad poblacional de las Reinitas y nos hemos dado cuenta que los conocimientos que albergan, les han permitido seguir creciendo como grupo de monitoreo comunitario y de manera individual. Monitoreo participativo en Bolívar, Valle del Cauca. Asociación Calidris / Valentina Hinojosa Bolívar, Valle del Cauca. Asociación Calidris / Gabriel Jaramillo En los recorridos, nos hemos encontrado con la Reinita de Canadá, una de nuestras especies de interés, la cual hemos estado buscando desde septiembre de este año. Nuestra felicidad se ha duplicado al tener la oportunidad de apreciar la emoción que inunda a las personas cuando la logran identificar y observar. También, al compartirles el conocimiento sobre otras especies que nos topamos en el camino, como el Carpinterito punteado (Picumnus granadensis), un ave endémica, es satisfactorio ver cómo se asombran de poder observarlas y que estén presentes en su territorio.   En los próximos meses, estaremos continuando con los procesos del monitoreo participativo y la investigación de las Reinitas con el grupo local. Además, planemos publicar un protocolo de monitoreo que contiene información del proceso y que tiene aportes confiables sobre la relación de las aves con los usos de la tierra (zonas agrícolas y pecuarias, así como parches de bosque) y cómo estos pueden favorecer la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo a favor de la conservación de la avifauna.   Para más información: Diana Ramírez Investigadora Asociada  Asociación Calidris dramirez@calidris.org.co

Crónica de un nuevo registro en la bocana de Iscuandé, Nariño 

Cada salida a ver aves está acompañada de la expectativa sobre lo que vamos a encontrar. ¿Veremos hoy un ave que no hemos visto hasta ahora? ¿Descubriremos algún comportamiento que sea nuevo para nosotros? ¿Qué tal un momento de cortejo o reproducción? Y por qué no ¡un nido con huevos o polluelos! Iscuandé, Nariño. El pasado mes de julio, un equipo de la Asociación Calidris, realizó una jornada de observación de aves en el bajo Quiñonez en el Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador (Iscuandé, Nariño). Donde muy temprano en la mañana, vimos, entre un grupo de diferentes aves playeras, un chorlito más blanco que lo normal. Nos concentramos en fotografiarlo. Observamos su comportamiento entre las otras aves, tratando de no perder ningún detalle. No había duda, era un ave diferente.  Chorlito silbador (Charadrius melodus) / Asociación Calidris – Dina Estupiñán Durante la observación, este chorlito exhibió un comportamiento tranquilo, descansando y acicalando su plumaje en la arena, mientras esperaba que bajara la marea para buscar alimento. Sin embargo, de repente, su tranquilidad se vio interrumpida por otras aves de otras especies que lo picotearon y lo hacían a desplazarse constantemente de un sitio a otro.    Una vez en casa, con nuestras guías de campo y consultando a otros observadores amigos, y junto con las fotografías que logramos obtener, pudimos estar seguros de la identidad de esta especie: un Chorlito silbador o Charadrius melodus.    Este registro es el segundo para la especie en Colombia. El primero se llevó a cabo el 11 de septiembre de 2023 en Boca de Camarones, en el Santuario de Flora y Fauna Los Flamencos, en el departamento de La Guajira. Es importante mencionar, que, la distribución de migración del Chorlito silbador abarca la costa de México, América Central y el Caribe, por lo que encontrarlo en la costa del Pacifico colombiano es singular.    Nuestro registro se logró durante el Conteo de Aves Playeras Migratorias, realizado en la bocana del río Iscuandé, un lugar de importancia para la conservación, que forma parte de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP). Nuestro equipo de observación estuvo conformado por biólogos de la Asociación Calidris y habitantes de la vereda Juanchillo, una de las comunidades del CC Esfuerzo Pescador.   Equipo del Conteo de Aves Playeras Migratorias, realizado en la bocana del río Iscuandé, Nariño. Cada nuevo registro representa información muy valiosa sobre el estado de los ecosistemas y sobre la importancia de nuestro territorio para las aves. Poder hacer seguimiento, y mantener los datos constantemente actualizados, nos permite gestionar decisiones y procesos en favor de la conservación de estas especies.    Si quieres más detalles y fotografías sobre el registro del Chorlito silbador, puedes visitar el siguiente enlace: https://ebird.org/checklist/S190363882       Para mayor información:  Giovanni Cárdenas  Investigador Asociado  Asociación Calidris  gcardenas@calidris.org.co 

Volando, volando, hacia las reinitas me voy acercando 

Las reinitas (familia Parulidae) permanecen más tiempo en nuestro país que en sus zonas de reproducción; sus poblaciones han disminuído, principalmente, por la pérdida de los bosques, y por tanto, es importante implementar acciones para conservar el hábitat de estas especies en la cordillera Occidental. Los bosques de la cordillera Occidental son hábitats importantes para la conservación de las poblaciones de las reinitas Santiago de Cali, Colombia. Con el fin de continuar aportando a la conservación de las reinitas, desde la Asociación Calidris seguiremos estudiando el estado poblacional de estas especies migratorias en las zonas de la Cordillera Occidental donde hemos implementado acciones como herramientas de manejo del paisaje y buenas prácticas para la recuperación de los bosques de este territorio.    La disminución de las poblaciones de las reinitas se debe a las transformaciones del paisaje productivo en los Andes colombianos durante los últimos 80 años, lo que ha generado pérdida de cobertura del bosque o su fragmentación. Sin embargo, no todo es negativo, y, desde las alianzas que hemos construido con los socios locales, seguimos aportando a diferentes acciones para la conservación de estas especies migratorias.       Reinita Cerúlea (Setophaga cerulea) Nuestros esfuerzos seguirán dando frutos    Con el apoyo financiero del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, desde julio de este año hasta junio de 2025, estaremos implementando el proyecto “Hábitats saludables para las Reinitas en los Andes de Colombia III”. Con esta iniciativa buscamos restaurar las condiciones del hábitat de la Reinita de Canadá (Cardellina canadensis) y la Reinita Cerúlea (Setophaga cerulea), en Bolívar, El Dovio, Jamundí, Yumbo y La Cumbre, municipios de la cordillera Occidental, en el departamento del Valle del Cauca.     En estas áreas trabajaremos de la mano con la Corporación Ecofuturo (Bolívar), la Reserva Natural Bonanza (Jamundí), la Fundación DapaViva (Yumbo), la Institución Educativa La Libertad y sus sedes (La Cumbre) y ACERG – Asociación de Centros Educativos del Cañón del Río Garrapatas (El Dovio). Con estos socios locales, apoyaremos, además, procesos para la declaración de áreas protegidas, aportaremos a la investigación de estas especies y al fortalecimiento de diferentes grupos locales.        De esta forma, seguimos consolidando nuestra red de amigos para la conservación de los ecosistemas de la cordillera Occidental, para que las reinitas encuentren sitios seguros para alimentarse.    ¡Por las aves, con la gente!    Para mayor información:  Diana Ramírez Investigadora Asociación Calidris dramirez@calidris.org.co 

En la COP16, las aves nos permiten medirle el pulso al Planeta

En la COP16 (Conferencia de las Partes) del Convenio de Diversidad Biológica de la Organización de las Naciones Unidas se lleva a cabo cada dos años, y es una de las instancias más importantes a nivel internacional para la toma de decisiones políticas para enfrentar la crisis por la pérdida de biodiversidad en el mundo. Atrapamoscas (Pyrocephalus rubinus) En esta conferencia se espera que representantes de más de 190 países discutan aspectos sobre la conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y el reparto equitativo de los benéficos que esta genera. Será también el momento de evaluar los avances alcanzados en los últimos dos años, luego del acuerdo global firmado en Montreal en 2022.     De igual forma, se espera que los países presenten la actualización de sus Estrategias y Planes de Acción sobre Biodiversidad, que son el principal instrumento de implementación del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) a nivel local.    En este escenario de mediciones, evaluaciones y decisiones, mirar hacia las aves podrá ser clave: no sólo por ser un componente importante de la biodiversidad, sino que, es carismático, cercano, bien estudiado y moviliza a millones de personas en todo el mundo. Por si fuera poco, puede ser uno de los indicadores que necesitamos para inferir cómo estamos conservando sus ecosistemas.   Aunque no exista un indicador perfecto, las aves son muy conocidas y están en todo el mundo, sus tendencias de población, con frecuencia, reflejan las de otros taxones, y responden ante los cambios del entorno. Esto las convierte en buenas candidatas a indicadores sobre el estado de los ecosistemas y de la fauna flora que los habita.     De esta forma, cotejando y analizando datos sobre las aves, no solo entendemos su estado, sino que también obtenemos una información inigualable sobre la salud del mundo natural en su conjunto. En definitiva, las aves actúan como barómetros de la salud planetaria, y nos permiten «tomarle el pulso» al planeta.   La COP16, evento histórico para nuestra ciudad, será la oportunidad de recibir en casa a organizaciones socias y amigas con las que trabajamos, además de conectar con nuevos aliados en la búsqueda de la conservación de nuestra biodiversidad.    Garza patiamarilla (Egretta thula) Guaco (Nycticorax nycticorax) Desde la Asociación Calidris trabajamos con otras organizaciones de la Sociedad Civil en la construcción de una agenda colectiva que permita acercar a las personas con este espacio de decisión sobre nuestra biodiversidad.      La idea no es solo “mostrar” lo que se está haciendo en la región, sino también, las alianzas y esfuerzos que desde hace un buen tiempo se vienen tejiendo, extendiendo, además, la invitación a que se sumen, ya que la COP 16 es solo un momento importante en el tiempo, pero que pasara, en tanto que, para los locales, la lucha debe continuar y trascender.      ¡Por las aves, con la gente!    Para mayor información Luis Fernando Castillo Director Asociación Calidris calidris@calidris.org.co  

Un canto dulce: las aves en la caña de azúcar

En alianza con Cenicaña y la Asociación Calidris, Audubon Américas publica este manual con recomendaciones para conservar las aves y la biodiversidad en el agroecosistema de la caña de azúcar, y así promover un balance entre la producción y la conservación de la naturaleza. El  manual Un canto dulce: las aves en la caña de azúcar celebra la increíble riqueza natural del valle del río Cauca, en Colombia. El documento es fruto de la colaboración entre National Audubon Society, la Asociación Calidris y el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia-Cenicaña, organizaciones que desde el 2021 documentaron prácticas y recomendaciones para conservar la fauna benéfica para el cultivo, con énfasis en el aporte de las aves a los servicios ecosistémicos.   Así, este manual está diseñado para los productores de caña de azúcar que deseen implementar prácticas que ayuden a proteger a las aves y a la biodiversidad, mostrando con evidencia que la producción puede ir de la mano con la conservación y que podemos trabajar conjuntamente para diseñar una región más sostenible y en equilibrio.   Conservar, la respuesta   El valle del río Cauca es un paraíso para las aves. Inmerso entre dos cordilleras bañadas por una gran red hídrica, allí se encuentra una maravillosa diversidad de hábitats, desde los bosques secos de la zona plana, hasta los bosques premontanos del piedemonte. Rodeadas de agua, con humedales y zonas de inundación del río Cauca, las aves han prosperado en este valle. Y si a esto le sumamos la diversidad cultural con la música salsa y las chirimías, las delicias del champús, el sancocho y la gente de diversos grupos étnicos, este es un valle lleno de matices. Este manual contiene recomendaciones para conservar las aves y la biodiversidad en el agroecosistema de la caña de azúcar Descargar Manual Sin embargo, a pesar de esta rica diversidad, en las últimas cinco décadas la región ha sufrido grandes transformaciones debido al desarrollo de infraestructura, la agroindustria y la expansión urbana, que, aun siendo motor de crecimiento, también han contribuido a disminuir la riqueza natural del territorio.   Sabemos que el futuro de este valle está en nuestras manos, ya que continuar conservando esta diversidad es tarea de todos.  ¿Pero cómo hacerlo? A esa pregunta responde este manual,  una gran herramienta que nos ayuda con la tarea al proponer estrategias y recomendaciones detalladas para conservar la biodiversidad en este paisaje transformado. El agropaisaje de la caña de azúcar aún ofrece oportunidades para la conservación de las aves y la biodiversidad, pues las áreas naturales que aún se conservan albergan gran cantidad de especies, por lo cual  es necesario concentrarse en mantener y mejorar las condiciones existentes.   La buena noticia es que la naturaleza es resiliente y todo lo que hagamos por ella va a tener un efecto positivo. Y aquí, el sector agroindustrial de la caña de azúcar juega un papel vital en el futuro de nuestra región.   Con una gestión adecuada podemos mantener la biodiversidad y los servicios que nos ofrece, creando así un balance entre la producción de alimentos y la conservación de la naturaleza, para asegurar que la región siga siendo un dulce paraíso para las aves.   Para mayor información: Giovanni Cárdenas Investigador  Asociación Calidris gcardenas@calidris.org.co

Nuestra cita anual con las aves migratorias en el oriente colombiano

Al llegar mayo, debemos dar un hasta luego a varias especies de aves migratorias neotropicales que visitan los Llanos y la Amazonia colombiana El clima en la época seca de 2024 en los Llanos, fue particularmente atípico pues se presentaron varias lluvias fuertes que coincidieron con nuestras visitas al sitio RHRAP Sabanas de Paz de Ariporo y Trinidad, en el departamento de Casanare (Colombia).   Un ave limícola migratoria, el playero canelo (Calidris subruficollis) no faltó a la cita anual de recorrer el sitio RHRAP (Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras), en su viaje de regreso a Norteamérica, entre marzo y abril, después de haber permanecido varias semanas al sur de Suramérica. Foto: Asociación Calidris En nuestras jornadas de campo de este año, estuvimos acompañados por varios llaneros que participan en el Programa de Seguimiento de las Aves Limícolas de las Sabanas Inundables del Casanare. Ellos, no solo comparten sus registros del playero canelo en sus propiedades, sino que varios de ellos nos acompañan el trabajo de campo que involucra, tanto conteos de individuos, como la descripción de los hábitats usados por la especie.   En la Asociación Calidris estamos muy agradecidos de contar con el apoyo y la participación de los habitantes del sitio RHRAP y de las AICA ubicadas en el Casanare. Nuestra intención de conocer más sobre las aves limícolas que visitan el oriente del país, incluye el departamento de Guaviare, donde desde 2023 hemos avanzado en detectar la presencia y uso de aves limícolas migratorias y residentes en humedales, sabanas y orillas de los ríos. Foto: Wilmer Ramírez Foto: Wilmer Ramírez Como resultados preliminares hemos encontrado nueva evidencia de reproducción de varias especies de aves limícolas en Guaviare, tales como el chorlito collarejo (Charadrius collaris) y el alcaravancito (Vanellus cayanus), así como también, algunos registros de especies limícolas que habitualmente no están en el interior del país, y que daremos a conocer a través de un manuscrito científico y en un próximo evento académico. En cuanto a los Llanos, los datos del uso del hábitat del playero canelo y otras limícolas también resultan muy interesantes, pero resta mucho por analizar.   Nuestro esfuerzo por estudiar las aves limícolas en el oriente del país ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación Bobolink, el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS), el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS), Manomet, así como investigadores, voluntarios, propietarios de predios ganaderos, entre otros.   Foto: Asociación Calidris Una mención especial para Wilmer Ramírez, Víctor Salazar, Francisco Sandoval, Polo Arenas, Genri Parada, Luis Eduardo Arenas, Yaniré Arizmendi y Libia Arizmendi por su colaboración e interés en el playero canelo y otras aves limícolas.   Para mayor información:   Yanira Cifuentes Coordinadora Nacional Censo Neotropical de Aves Acuáticas (CNAA) Programa AiCA – Colombia Asociación Calidris ycifuentes@calidris.org.co Carlos Ruíz Guerra Coordinador de Proyectos de las Sabanas de Colombia Asociación Calidris cruiz@calidris.org.co