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Iniciativas de conservación y la perspectiva de género

En las últimas décadas, ha aumentado significativamente la conciencia sobre la importancia de integrar la perspectiva de género en los procesos de conservación del medio ambiente. Foto: Asociación Calidris La inclusión activa y la participación de las mujeres, resultan fundamentales no solo para promover la equidad y la justicia social, sino también para enriquecer los programas y proyectos ambientales con sus conocimientos, experiencias y saberes tradicionales en torno al cuidado y la protección del entorno natural.   En Colombia, las mujeres, especialmente aquellas que habitan en territorios rurales, indígenas y afrodescendientes, enfrentan muchas formas de desigualdad y discriminación que suelen ser interdependientes. Es decir, cuando se suman factores como una situación económica precaria, ser adulta mayor y/o pertenecer a un grupo étnico, aumenta su vulnerabilidad social, se dificulta su acceso a oportunidades y a derechos básicos.   Tradicionalmente, en la mayoría de contextos rurales, las mujeres desempeñan tareas relacionadas con la chacra (huerta), la tenencia de aves de corral, la recolección de agua, la preparación de alimentos y el cuidado doméstico. Su participación en procesos organizativos en defensa del territorio o al cuidado de los ecosistemas es activa en algunas regiones, pero en otras suele estar condicionada por las actividades que social y/o culturalmente les han asignado.   Según la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, son las niñas y mujeres las que están expuestas a mayores impactos sociales, ambientales y económicos ante presencia de conflictos ambientales, lo que limita su acceso a servicios básicos como la salud y el saneamiento básico, incluso restringe la soberanía alimentaria. Foto: Asociación Calidris Foto: Asociación Calidris De esta manera, apostarle a la inclusión del enfoque de género en el diseño de soluciones a los conflictos ambientales, implica construir un modelo de desarrollo que procure superar barreras de desigualdad, y dignificar así, la vida de las mujeres.   Las mujeres tienen un conocimiento integral y práctico de los territorios y su biodiversidad, adquirido a través de su experiencia cotidiana con el agua, la lluvia, la siembra, los animales, el mundo doméstico y del cuidado. Sus saberes como mediadoras y tejedoras de vida, son fundamentales para encontrar pistas, conocimientos o alternativas, que nos permitan dar pasos firmes hacia la conservación de los territorios y su biodiversidad.   En la Asociación Calidris, integramos la perspectiva de género en nuestros procesos de conservación e investigación. Actualmente, mediante el proyecto “Conservando el águila andina (Spizaetus isidori) en Colombia”, financiado por el Fondo de alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF, por su sigla en inglés), buscamos fomentar una mayor participación activa de las mujeres de las comunidades andinas del Corredor Paraguas-Munchique-Bosques montanos del Sur de Antioquia, específicamente en Risaralda y Valle del Cauca.   A través de dichos procesos, reconocemos el lugar de las mujeres en los procesos y proyectos donde sus conocimientos, experiencias, perspectivas y derechos, son fundamentales para el logro de los objetivos de conservación. Confiamos en que este esfuerzo, a mediano y largo plazo, contribuirá a reducir las brechas de género en las comunidades rurales con las que trabajamos.   “El Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos es una iniciativa conjunta de La Agencia francesa de Desarrollo, la Conservación Internacional, la Unión Europea, la Fundación Hans Wilsdorf, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Gobierno de Japón y el Banco Mundial. El programa del CEPF en los Andes Tropicales está financiado por el Gobierno de Canadá a través de Asuntos Globales Canadá. La meta fundamental es asegurar que la sociedad civil se dedique a conservar la diversidad biológica”.   ¡Por las aves, con la gente! Para más información:   Eliana Ivet Toro Carmona Asociación Calidrisetoro@calidris.org.co

Pequeñas grandes viajeras:

Un viaje entre el diseño gráfico y la conservación ¿Es posible que exista una relación entre el diseño y las aves? ¡Creemos que sí! Como tesistas en el proyecto “Hábitats Saludables para las Reinitas en los Andes de Colombia III”, queremos demostrarlo. Foto: Asociación Calidris Desde hace unos meses participamos en este proyecto de conservación liderado por la Asociación Calidris, que busca restaurar las condiciones del hábitat de la Reinita de Canadá (Cardellina canadensis) y la Reinita Cerúlea (Setophaga cerulea) en distintas zonas de la cordillera Occidental en el Valle del Cauca.   Como tesistas de este proyecto, buscamos demostrar que es posible aprovechar el diseño gráfico como una herramienta de conservación para el cuidado del hogar de estas especies. Por ello, realizamos un proceso de diseño participativo con los estudiantes de sexto grado de la Institución Educativa La Libertad, ubicada en el corregimiento de Bitaco del municipio de la Cumbre. La constante conexión de esta escuela con la naturaleza, nos aporta conocimientos y perspectivas valiosas respecto a su entorno y sus maneras de aprender.   A través de un enfoque colaborativo, diseñamos cuatro talleres para conocer los intereses de los estudiantes e introducir, poco a poco, el tema de la migración de aves y de las diferentes amenazas que enfrentan en su viaje. Con este proceso, crearemos una caja de herramientas que les permita a los estudiantes realizar acciones que favorezcan la conservación de estas importantes viajeras.   Estas jornadas nos permitieron identificar cuáles son las actividades favoritas de los estudiantes y lo que más aman de su colegio. Supimos que quieren mucho a su escuela y a los animales que cuidan allí. Foto: Asociación Calidris Foto: Asociación Calidris Además, los estudiantes descubrieron cómo se preparan las aves para la migración y todos los retos que deben enfrentar en el camino. También crearon en fieltro unos personajes emplumados y les dieron vida, a través de una historia.   Creamos entre todos un mapa, que nutrimos con imágenes que incluye toda la información que compartimos en los talleres sobre las Reinitas. Aprendimos de qué se alimentan, cómo es su plumaje, cuánto pesan y cuál es la ruta que hacen cada año para viajar hasta Colombia.   Finalmente, dialogamos sobre las situaciones que amenazan los hábitats de las aves migratorias en su estadía en Colombia y propusimos, a través de varias narraciones, escenarios saludables para las Reinitas que visitan La Cumbre.   Cada taller con los niños y niñas ha sido una experiencia cargada de sonrisas, creatividad y aprendizaje mutuo. Desde el primer momento buscamos generar un ambiente de confianza e integración por medio de actividades como un rompehielos, y también a través de temas contextualizados a través de un video, una charla o la lectura de un cuento.   Reconocemos que existen múltiples formas de aprender y abordar los temas de conservación, así que nos proponemos la creatividad como camino para diseñar actividades, que van desde la elaboración de manualidades, dibujos, escritura de cuentos, hasta la construcción de mapeos colectivos, entre otros, que son recursos educativos que harán parte de la caja de herramientas final.    Al finalizar cada encuentro, regresamos a Cali con las energías recargadas, recordando los momentos más valiosos y los aprendizajes que quedan y que aportan a la construcción de la caja de herramientas que muy pronto saldrá a la luz. Nos emociona cómo a través del diseño podemos crear un puente entre la naturaleza y la educación, inspirando a los niños y niñas y transformando la manera de aprender estos temas.   ¡Por las aves, con la gente!   Para más información: Diana Ramírez Investigadora asociada Asociación Calidris dramirez@calidris.org.co   Daniela Rivera Tesista diseño gráfico Instituto Departamental de Bellas Artes hidanielarivera@gmail.com   Sofía Rojas Tesista diseño gráfico Instituto Departamental de Bellas Artes hi.sofiarojas@gmail.com

Exitoso cierre del monitoreo comunitario participativo en la OMEC San Esteban Biodiverso, Casanare

Foto: Asociación Calidris - Fondo Acción

Comunidad, ciencia y conservación se unen para proteger las aves y sus hábitats en los Llanos Orientales Foto: Asociación Calidris – Fondo Accón En el mes de marzo, el equipo de la Iniciativa Conserva Aves en Colombia, visitamos la vereda San Esteban, municipio de Paz de Ariporo, Casanare. Donde se desarrolló el taller de cierre del monitoreo comunitario participativo en la OMEC (Otra Medida Efectiva de Conservación) San Esteban Biodiverso. Este proceso fue liderado por la Fundación La Palmita, Los Guarracucos de la sabana, grupo de monitoreo conformado por dueños de nueve predios de la vereda, con el apoyo de la Asociación Calidris y del Fondo Acción.   Estos monitoreos, que se llevaron a cabo durante un año (2024-2025), permitieron la identificación de alrededor de 202 especies de aves, así como también sus abundancias y hábitats preferidos. Además, reconocieron especies emblemáticas para los llanos orientales, como el pato carretero (Oressochen jubatus) y el guarracuco (Athene cunicularia), siendo esta ultima elegida para el logo del grupo de monitoreo.   En el taller de cierre se socializaron dichos resultados y se avanzó en la construcción del Plan de Manejo de esta OMEC, en temas como zonificación, acuerdos de uso y estrategias de conservación a largo mediado y plazo. Foto: Asociación Calidris – Fondo Acción Foto: Asociación Calidris – Fondo Acción Durante la visita, la fundación La Palmita organizó una actividad denominada “Simposio de Aves de la Vereda San Esteban”, donde los propietarios compartieron sus resultados con la Asociación Calidris y el Fondo Acción, y al mismo tiempo, se prepararon para compartir esta experiencia en el próximo congreso de Ornitología en Colombia.   “Gracias a la articulación entre actores locales y la Fundación La Palmita, se logró consolidar un año de monitoreo sistemático de la avifauna en la OMEC San Esteban Biodiverso. Destacamos el empoderamiento local de Los Guarracucos de la Sabana, quienes ahora son guardianes del territorio, con habilidades para monitorear y promover la conservación”, expresó Luis Carlos Mora, coordinador de la iniciativa Conserva Aves para la Asociación Calidris.   El proceso de monitoreo comunitario combinó ciencia ciudadana, educación ambiental y planeación participativa. Otro importante resultado de este trabajo es el lanzamiento de la Guía ilustrada de aves de San Esteban, una herramienta coocreada con el grupo de monitoreo, la cual es clave para que la comunidad local continúe el trabajo de monitoreo y conservación a largo plazo.   Este esfuerzo representa un paso significativo en la creación de la OMEC Comunitaria San Esteban Biodiverso, la cual incluiría una porción del sitio de la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras (RHRAP) Sabanas de Paz de Ariporo y Trinidad, así como a dos AICA, el AICA Chaviripa-El Rubí y el AICA Puerto Rico & La Polonia.   La iniciativa #ConservaAves es liderada por American Bird Conservancy Audubon Americas BirdLife International Americas Birds Canada y RedLAC . Los socios nacionales son #AsociaciónCalidris y Fondo Acción líder de la ejecución en Colombia con el apoyo de Bezos Earth Fund y Environment and Climate Change.   Para más información: Luis Carlos Mora Coordinador iniciativa Conserva Aves Colombia Biólogo Asociación Calidris lcmora@calidris.org.co

¿Sabes quién soy? El Compás te cuenta su historia

Asociación Calidris / Luis Carlos Mora

Mi nombre científico es Semnornis ramphastinus, pero todos me conocen como Compás. Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Soy un ave única, llena de colores vibrantes, y aunque no soy un tucán ¡mi pico también es bastante llamativo! Vivo en los bosques húmedos de los Andes occidentales de Colombia y Ecuador, entre los 1000 y 2400 metros de altura. Me encanta pasar el día explorando en busca de mi comida favorita: frutas jugosas e insectos como termitas y escarabajos. A veces, sostengo las flores con mis patas para beber su néctar ¡todo un truco de equilibrio! y ¡Soy un experto en aplastar frutos con mi pico para sacarles el jugo!    Vivo en grupos pequeños, usualmente con mi pareja y algunos de mis polluelos de años anteriores. Somos muy unidos y trabajamos en equipo: juntos excavamos nidos en troncos muertos y cuidamos a los más pequeños ¡Incluso mis hijos mayores me ayudan a alimentar a sus hermanitos!  Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Si me buscas entre febrero y mayo, quizás me encuentres construyendo mi nido o cuidando a mis polluelos. Pero no te acerques demasiado ¡somos muy territoriales y defenderemos nuestro hogar con fuertes vocalizaciones y coros en dúo!    Pero la vida no es fácil. Nuestro hogar está amenazado por la deforestación, y además, tengo que cuidarme de depredadores como algunos tucanes, mono capuchino y ardillas, que a veces se come mis huevos o polluelos.    Aunque soy un ave casi amenazada, aún hay esperanza. Reservas Naturales como la del río Ñambi y La Planada en Colombia nos protegen, pero necesitamos más aliados. Si vienes a los Andes colombianos, mira hacia los árboles y escucha mi canto. Quizás me veas revoloteando, disfrutando de la vida en este paraíso natural.    Para más información: Luis Carlos Mora MedinaBiólogo MSc.Asociación Calidrislcmora@calidris.org.co

El Censo Neotropical de Aves Acuáticas – CNAA: historias que vuelan 

Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo

El Censo Neotropical de Aves Acuáticas (CNAA) es una actividad que realizamos dos veces al año: en febrero y en julio. En estas jornadas todos podemos participar y aprender sobre cuáles son esas especies de aves que habitan los humedales del valle geográfico del río Cauca. Iguazas (Dendrocygna) Asociación Calidris / Dina Luz Estupiñán Estos datos nos permiten conocer cómo cambian las abundancias de las aves acuáticas, además, cómo están cambiando los sitios. Por eso, este conteo tiene muchas historias para contarnos. Historias que se construyen entre todos, porque más que una actividad de ciencia, es un momento de reconocernos como parte de los ecosistemas.    Así, los tres sábados del mes de febrero, 28 personas madrugamos a visitar quince humedales. Entre estos, los que hacen parte de las madreviejas y arrozales del norte del Cauca y el sur de Jamundí, pasando por humedales urbanos y finalizando en los grandes humedales del centro del Valle, en su gran mayoría asociados a la Laguna de Sonso.  Todos llevamos en común la felicidad que despierta la observación de aves y la emoción de saber qué nos vamos a encontrar. De algo estamos seguros, siempre hay algo nuevo por ver.    Tratamos de llegar antes de que salga el sol, nos terminamos de despertar, tomamos un poco de café y alistamos nuestros equipos infaltables: binoculares, telescopio, trípode y guías de aves. Esta vez hicimos nuestro piloto usando eBird para subir los datos del CNAA, eso sí, sin dejar nuestra gran compañera: la bitácora, libreta donde apuntamos eso que nos queremos llevar en la memoria escrita, con el fin de corroborar información. Polla gris (Gallinula galeata) / Asociación Calidris / Dina Luz Estupiñán Garcita rayada (Butorides striata) / Asociación Calidris / Fernando Castillo Contamos aves sin parar desde las 6:00 hasta las 11:00 am. Durante los recorridos, registramos todas las aves, atentos a observar y escuchar las que están dentro del humedal o en la vegetación alrededor. Las observamos sin prisa, en silencio, sin alterarlas, al fin y cabo, ese es su espacio. Hay que registrar todo, incluyendo cómo está el hábitat, y si notamos alguna alteración, estos datos nos dan una idea de cuánto cambian los sitios y se puede deducir cómo esto afecta o no a las poblaciones de aves acuáticas.   En el camino nos encontramos con el pescador que va a su faena, con una sonrisa de orgullo nos cuenta que, antes él encontraba muchas aves en el humedal y que eso significaba que había muchos peces, pero, “el humedal ha cambiado, ahora no hay muchas de esas aves (refiriéndose a las pollitas de agua o los patos).  Hay que hacer algo para que vuelvan”.    Principales resultados  Todas las aves cuentan y este censo es una invitación a seguir protegiendo los ecosistemas de estos humedales tan importantes para toda la biodiversidad y para la humanidad. Este es el llamado para seguir celebrando no solo en el mes de febrero, sino todo el año: “proteger los humedales para nuestro futuro común”. Hagamos de este planeta un lugar para todos y todas.    Agradecemos a las personas que participaron y aportaron a estos datos. Los invitamos a vernos en nuestra jornada del mes de julio.  ¡Por las aves, con la gente!   Para más información: Dina Luz Estupiñán Coordinadora CNAA Valle del Cauca  dina.estupinan@calidris.org.co 

El astillero dormido en el tiempo

Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo

Cada mes de febrero, desde hace más de una década, el equipo de monitoreo de aves playeras visitamos el Parque Nacional Natural Sanquianga, en la costa pacífica de Nariño, para realizar el conteo de aves en los planos lodosos de esta área protegida. Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo Como siempre, el hospedaje es en Los Mulatos, una pequeña comunidad a orillas del océano Pacífico, conocida por ser el hogar de los “culimochos”, hábiles carpinteros navales descendientes de vascos (según cuenta la historia) que, durante generaciones, construyeron gran parte de la flota de cabotaje que surcó estas aguas. La tarde avanza pesada; había llovido todo el día, empapando la tierra y el aire con ese frío extraño que a veces se siente en estas tierras de calor perpetuo. El cielo, cubierto por un manto gris, parece más bajo, oprimiendo la inmensidad del manglar que se extendía a nuestro alrededor. Navegamos por el estero rumbo al astillero de “El Cacao” en compañía de Lucho, nuestro anfitrión en el pueblo y, esta tarde, nuestro guía. Como descendiente directo de los culimochos, conoce cada rincón de estos esteros y cada sendero oculto entre las raíces enmarañadas del manglar. Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo “Hace rato que no se hacía uno”, comentó Lucho al señalar un claro entre los árboles, donde asoman las primeras estructuras del astillero. En otros tiempos, este sitio vibraba con el golpeteo incesante de martillos y el crujir de la madera bajo el filo de los cinceles. Regresar al astillero fue como viajar en el tiempo. El lugar parecía detenido en un letargo forzado, enmudecido desde 2008, cuando una prohibición estatal impidió la construcción de barcos fuera de Buenaventura por razones de seguridad nacional. Desde entonces, quedaron atrás los días en que el golpe seco del mazo contra la madera y el crujido de las embarcaciones naciendo bajo las manos encallecidas de los carpinteros navales llenaban de vida este rincón del Pacífico. El astillero es una estructura sencilla hecha con puntales de madera y techo de zinc que protege al barco en construcción. Caminamos entre sus costillas de madera y repasamos con la mirada los tablones que mantendrán a flote una nave capaz de desafiar al océano. Lucho nos habló con nostalgia: en sus mentes estaban los planos y el conocimiento ancestral para dar forma a cada pieza, para que la quilla encajara y se convirtiera en la columna vertebral del barco. Pero, a su alrededor, el silencio del astillero habla de un futuro incierto: los jóvenes ya no se quedaban en la playa, la madera cedió paso a la fibra de vidrio y al metal, y con ello, los barcos de linaje artesanal navegaban rumbo a la extinción. Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo El sol desciende en el horizonte cuando nos alejamos del astillero. En la brisa aún flota el olor de la madera recién cortada. Tal vez sea la última vez que lo sintamos así, tal vez no haya un próximo barco. Tal vez, cuando regresemos, solo quede la playa, el rumor del mar y la memoria de las embarcaciones que un día nacieron en este rincón de nuestro Pacífico. “Esto no es solo un oficio”, dice Lucho. “Es nuestra forma de ser, de vivir el mar”. El barco que permanecía inmóvil en el astillero era más que una nave: era un testimonio de resistencia, un último intento por desafiar el olvido. Pero, ¿quién tomará el mazo cuando las manos de estos hombres ya no puedan sostenerlo?   Escrito por: Luis Fernando Castillo Director  Asociación Calidris calidris@calidris.org.co

¡Acciones de conservación por el águila andina en Colombia!

Foto: Gilder González-Montenegro / Fundación Águilas de los Andes

Compartimos buenas noticias para la conservación del águila andina, con el inicio del proyecto “Conservando el águila andina (Spizaetus isidori) en Colombia”, el cual se concentrará en dos departamentos del corredor Paraguas-Munchique-Bosques montanos del Sur de Antioquia, específicamente en Risaralda y Valle del Cauca. Foto: Gilder González-Montenegro / Fundación Águilas de los Andes Santiago de Cali, Colombia. El águila crestada, como también es llamada, (Spizaetus isidori) es una de las rapaces más emblemáticas de los Andes, se distribuye en siete países (Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina), y pese a su amplia distribución, está entre las aves más amenazadas, al punto de catalogarse como en peligro (EN) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza -IUCN.   A través de este proyecto se apuesta por mitigar dos de las principales amenazas para la especie tales como la degradación y perdida de hábitat, y la cacería de individuos causada por el conflicto humano-águila.   En 2018 formulamos, junto con otras organizaciones ambientales, el Plan de manejo para la especie, estableciendo así, una base para abordar la conservación del águila. Actualmente, mediante este nuevo proceso queremos avanzar en la implementación de dicho plan de manejo.   Este proyecto, que cuenta con el apoyo financiero del Fondo de Alianza para Ecosistemas Críticos (CEPF por sus siglas en inglés) y el Fondo Patrimonio Natural, espera integrar el trabajo con socios CEPF a nivel del Corredor y a nivel regional, con el aporte de organizaciones de Perú, Bolivia y Ecuador, así como de grupos locales a lo largo del territorio.   Durante su implementación, identificaremos amenazas, describiremos abundancia y calidad del hábitat de la especie, y con base en ello, aportaremos a su mejoramiento a través del uso de herramientas de manejo del paisaje y mejores prácticas productivas. Así mismo, esperamos fortalecer grupos locales en el monitoreo del águila, en aspectos de liderazgo en conservación con enfoque de género y en la construcción e implementación de una estrategia de comunicación y educación regional.   Próximamente vamos a compartir información sobre los avances en la implementación de esta iniciativa que busca aportar a la sobrevivencia de esta importante ave rapaz, que une países y comunidades en torno a la protección de su hábitat.   “El Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos es una iniciativa conjunta de La Agencia francesa de Desarrollo, la Conservación Internacional, la Unión Europea, la Fundación Hans Wilsdorf, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Gobierno de Japón y el Banco Mundial. El programa del CEPF en los Andes Tropicales está financiado por el Gobierno de Canadá a través de Asuntos Globales Canadá. La meta fundamental es asegurar que la sociedad civil se dedique a conservar la diversidad biológica.”   Para más información:   Luis Fernando OrtegaInvestigador asociadoAsociación Calidrislfortega@calidris.org.co

Navidad con Alas: conteo navideño de aves en la cordillera Occidental

El pasado 19 de diciembre 37 personas participamos en el conteo navideño de aves de la cordillera Occidental. Pero, ¿Por qué contar aves y por qué en navidad? Foto: Asociación Calidris Hace más de 100 años era tradición salir a cazar aves durante esta temporada. Afortunadamente, el ornitólogo Frank Champan tuvo una gran preocupación por el futuro de estas especies y propuso una alternativa: salir a contarlas, dando origen al conteo navideño de aves (Christmas Bird Count).   Esta iniciativa fue muy bien recibida, y sigue llevándose a cabo en todo America entre el 14 de diciembre y el 5 de enero. Durante este tiempo, organizaciones y voluntarios se unen para salir a contar aves en diversos lugares que van desde la costa hasta los bosques de alta montaña. El conteo se realiza contando aves en un círculo de 24 km de diámetro. En la cordillera Occidental este círculo abarca 8 localidades en el bosque subandino del Área Clave para la Biodiversidad (KBA) Bosque de San Antonio, Km 18, Chicoral y Dapa. Todas las localidades se visitan en un solo día, con el objetivo de detectar visual y auditivo la mayor cantidad posible de especies. Foto: Asociación Río Cali Foto: Asociación Río Cali Estos conteos proporcionan información valiosa sobre las especies presentes y su abundancia, datos que apoyan en las estrategias de conservación de muchos sitios. Además, fomenta la participación de tod@s, convirtiéndose en una actividad de ciencia participativa en la que cada persona contribuye al proceso de recolección de datos.    Agradecemos al equipo técnico de la Asociación Calidris y la Asociacion Rio Cali – Colombia BirdFair, la Fundación Dapaviva junto a sus niñas, Hostal Debusale, Finca Lomalinda, La Minga Ecolodge, la Sociedad Vallecaucana de Ornitología – Dacnis, Bosque de Niebla Birding and Nature y al Club de Observadores de Aves Gallito de Roca y tod@s los observadores voluntarios que nos acompañaron a esta cita con las aves.   A continuación les invitamos a conocer algunos importantes resultados obtenidos durante este conteo navideño de aves: Para más información: Dina Luz Estupiñán Investigadora Asociada Asociación Calidris dina.estupinan@calidris.org.co

El Torito Cabecirrojo te cuenta su historia

Mi nombre científico es (Eubucco bourcierii), pero puedes llamarme Torito Cabecirrojo. ¿Sabes qué significa mi nombre? Torito Cabecirrojo (Eubucco bourcierii). Foto: Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Viene del griego eu (hermoso) y del latín bucco (barbudo), así que básicamente soy un “barbudo hermoso”🐦. ¡Y con esta cabecita roja, no me queda duda, aunque si soy hembra, llevo tonos más discretos en verde y amarillo!! 😎   Me encanta vivir en los bosques húmedos de montaña, especialmente en los Andes colombianos. Si madrugas y caminas por los bordes de los bosques, cerca de Cali, quizás me veas revoloteando entre los árboles. Me encanta recorrer los árboles en busca de mi comida favorita: frutas jugosas y pequeños insectos como saltamontes, escarabajos y hasta arañas. ¡Soy un acróbata del follaje! Revoloteo entre las ramas y hasta busco bichitos escondidos entre hojas secas. 🍃A veces voy solo, pero otras veces me junto con mis amigos en grupos de hasta 8 toritos. ¡Somos una banda divertida! 🎉 Torito Cabecirrojo (Eubucco bourcierii) Fotos: Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Si me buscas entre marzo y julio, quizás me encuentres construyendo mi nido. Ambos, mi pareja y yo, excavamos un hoyo en un tronco viejo o usamos uno que dejaron los carpinteros. Allí ponemos de 2 a 5 huevos, y en unos 15 días ya tendremos polluelos. ¡Los alimentamos con insectos hasta que estén listos para volar! 🐣   Aunque por ahora no estoy en peligro de extinción, siempre es importante cuidar nuestros bosques para que siga habiendo lugares donde pueda vivir y revolotear feliz. 🌳   Así que, si vienes a Cali, y estes en la zona rural, abre los ojos y para oreja… quizás te sorprenda con mi canto y mi colorido plumaje. 🕊️   Para más información: Luis Carlos Mora MedinaBiólogo MSc.Asociación Calidrislcmora@calidris.org.co

Balance 2024: 33 años tejiendo esperanza por las aves, con la gente

Se acerca el final del año, y con él llega ese instante inevitable en el que pausamos nuestras actividades para reflexionar sobre el camino recorrido. Cada paso, cada logro y cada desafío vivido durante estos meses nos invita a hacer un balance lleno de gratitud y satisfacción. Reunión la de los socios BirdLife en las Américas Se acerca el final del año, y con él llega ese instante inevitable en el que pausamos nuestras actividades para reflexionar sobre el camino recorrido. Cada paso, cada logro y cada desafío vivido durante estos meses nos invita a hacer un balance lleno de gratitud y satisfacción.   Este 2024 ha sido un año que reafirma nuestra misión como guardianes de la biodiversidad, recordándonos que nuestro propósito trasciende fronteras y nos conecta profundamente con las aves, sus hábitats y las comunidades que dan vida a esta causa. Con inmensa alegría celebramos 33 años como organización de la sociedad civil, construyendo un legado de conservación que no solo se enfoca en la riqueza natural, sino que inspira a otras organizaciones y personas a seguir soñando y actuando.   En este sentido, resaltamos la declaración de la primera área protegida bajo el proyecto Conserva Aves Colombia, un esfuerzo internacional que se hizo realidad gracias al compromiso colectivo y que nos confirma como pioneros en la protección de la vida silvestre. Además, en los Llanos Orientales, hemos continuado destacando la majestuosidad de esta región, trabajando junto a sus habitantes para que sus medios de vida, tan profundamente ligados a la tierra, sigan siendo la base de la conservación de este paisaje único. Los Andes colombianos nos regalaron nuevas oportunidades para fortalecer nuestra labor con la llegada de fondos que impulsaron la conservación de la Reinita de Canadá en la Cordillera Occidental del Valle del Cauca. Este esfuerzo ha permitido consolidar comunidades y procesos que no solo cuidan de esta migratoria, sino también del equilibrio de los ecosistemas que nos sostienen. Asimismo, el Proyecto de monitoreo de aves playeras o MSP, que cumplió 12 años de actividades en la costa Pacífica de América, continúa siendo un ejemplo de colaboración, conectando a más de 15 organizaciones de 13 países y mostrándonos cómo trabajar en red puede transformar nuestra región.   El 2024 también nos trajo momentos que quedarán grabados en nuestra memoria colectiva. Por primera vez en Colombia, acogimos con orgullo la reunión de los socios BirdLife en las Américas, una celebración de unidad y compromiso que sentimos como un sueño hecho realidad. A ello se sumó nuestra participación activa en la COP16 en Cali, donde como anfitriones apoyamos el accionar de toda la delación que tomó parte de este espacio de decisión global. https://www.youtube.com/watch?v=MpqQ_9Ql2vc Como si fuera poco, en octubre también celebramos además los 10 años del Censo Urbano de Aves de Cali, así como el reconocimiento de nuestra ciudad como “Ciudad de Aves”, y seguimos tejiendo redes de conservación en la Amazonía, el Caribe colombiano y con el sector cañicultor del Valle del Cauca.   Nada de esto habría sido posible sin las manos y los corazones que nos acompañan: nuestro equipo técnico, las comunidades locales, los donantes, las organizaciones aliadas y las entidades gubernamentales que han creído en nosotros. A todos, gracias por caminar a nuestro lado, por compartir este sueño y por recordarnos que juntos podemos construir un mundo donde las aves y las personas encuentren un refugio común. Que este cierre de año sea una invitación a seguir volando alto, con esperanza y determinación, por las aves, con la gente.   Para más información: Luis Fernando Castillo Director Asociación Calidris calidris@calidris.org.co