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Resultados del Censo Neotropical de Aves Acuáticas, balance 2023

Santiago de Cali, Colombia. En el mes de julio, la Asociación Calidris, con el acompañamiento de 33 participantes y voluntarios de diferentes profesiones, integraron el amor por las aves y por los humedales de la región, a través del Censo Neotropical de Aves Acuáticas – CNAA, que busca recopilar información sobre las poblaciones de aves acuáticas presentes en los humedales del Valle Geográfico del río Cauca (VGRC). El CNAA integra la participación de todas las personas que quieran aprender y aportar en la conservación de las aves en sus comunidades. En el marco de este censo se visitaron quince humedales del Valle Geográfico del río Cauca: seis del norte del departamento del Cauca y del sur del Valle del Cauca, representados por madreviejas (brazos antiguos del río) y la zona arrocera más grande del Valle del Cauca y Cauca, cultivo que es aprovechado por las aves acuáticas en cada una de sus etapas. En la zona central del VGRC se encuentra el sitio RAMSAR Complejo de Humedales del Alto Río Cauca, asociado a la Laguna de Sonso, donde se visitaron siete humedales que hacen parte del complejo de gran importancia por su riqueza hídrica y diversidad biológica. “Realizar un monitoreo a largo plazo, permite conocer los cambios en las poblaciones de aves acuáticas; los datos registrados son una herramienta clave para la toma de decisión en el manejo de los humedales y la conservación a nivel local, regional e internacional”, explicó Dina Luz Estupiñan, bióloga de la Asociación Calidris. Durante los conteos, las aves acuáticas se observan a través de binoculares y telescopios; y con ayuda de guías expertos, se identifican las aves que se encuentran en los humedales, ya sea entre la vegetación flotante, juncos, orillas o dentro del agua nadando o zambulléndose para encontrar su alimento. Las jornadas de los censos deben iniciar en la madrugada y así llegar a los sitios antes del amanecer. Para la identificación es importante tener en cuenta forma del pico, patas, coloración y el sitio donde se encuentra, esto da pistas si se trata de un pato, una garza, un martín pescador, un ave playera o una rapaz entre otras que puedes encontrar. “Escuchar con atención es muy importante ya que algunas aves se esconden en la vegetación y registrar su canto permite identificarlas. Es muy relevante saber que las aves están en su hábitat, y por ello, debemos mantener una distancia prudente y evitar acercarse a nidos o si tiene polluelos, esto puede ponerlas un poco nerviosas”, agregó Dina Estupiñán. Balance Censo Neotropical de Aves Acuáticas 2023 Algunos de los principales resultados obtenidos de este monitoreo fueron:  3687 individuos de aves acuáticas, 45 especies pertenecientes a 18 familias. Las localidades con mayores registros de aves acuáticas fueron la Finca El Sillero con 1217 individuos, la hacienda Corcovado con 798 individuos; la Ciénaga El Conchal con 560 individuos,y Lagunas y arrozales del CIAT con 286 individuos Los patos (Familia: Anatidae) fueron las especies con mayor abundancia registrada: 2096 individuos. Dendrocygna autumnalis Se registraron cuatro especies de aves migratorias: Pato colorado (Spatula cyanoptera), Pato careto (Spatula discors), Andarríos patiamarilla (Tringa flavipes) y el Águila pescadora (Pandion haeliaetus). De igual manera, se dio cuenta de algunas especies amenazadas como el Pato colorado (Spatula cyanoptera) y el Pato brasilero (Sarkidiornis sylvicola), considerado en la categoría de amenaza En Peligro (EN); y el Pato pico de oro (Anas geórgica) incluido en la categoría Vulnerable (VU), de este último se encontraron 25 individuos en la Finca El Sillero, siendo uno de los registros más alto para el censo. En esta ocasión se tuvo un primer registro para el Valle del Cauca del Pellar arenero (Vanellus cayanus), registrado en la Madrevieja Videles, esta especie está asociada a la región de la Orinoquía y la Amazonía en Colombia. “Los esperamos en una nueva jornada en febrero de 2024 donde contaremos las aves acuáticas en los humedales, en esta ocasión sabremos cuantas especies de aves acuáticas migratorias de Norteamérica nos visitan durante su temporada de migración”, concluyó Dina Luz, de la Asociación Calidris. Para mayor información Dina Luz Estupiñán Bióloga / Investigadora Asociada Asociación Calidris dina.estupinan@calidris.org.co

Asociación Calidris y la Red de Monitoreo Colaborativa MOTUS

Santiago de Cali, Colombia. La Asociación Calidris comparte con orgullo la instalación de las dos primeras Estaciones Motus en la costa Pacífica colombiana, en el departamento de Nariño. Con el fin de aportar al conocimiento de los movimientos migratorios de las aves playeras que pasan o hacen uso de las costas colombianas, la Asociación Calidris se une al sistema de monitoreo MOTUS, una red de investigación colaborativa que utiliza la telemetría automatizada para rastrear especies migratorias como las aves para contribuir con su conservación. “Con la instalación estas dos estaciones dentro del corredor migratorio, esperamos aportar información sobre la migración de aves playeras que usan o pasan cerca a los planos lodosos en la costa Pacífica colombiana, zonas que usan para descanso y alimentación durante su migración, acortando la brecha entre las estaciones de monitoreo en el Pacífico americano”, explicó Dina Luz Estupiñán, bióloga de la Asociación. La Ensenada del municipio Santa Barbara de Iscuandé (norte de Nariño) es un lugar estratégico para monitorear las aves que llegan a la Bocana del río Iscuandé, pues se trata de un complejo deltaico con diferentes ambientes costeros ideales para las aves playeras en su migración. Se ha identificado que este lugar es usado por el 18% de la población continental del Chorlitejo piquigrueso (Charadrius wilsonia) y el 1% de la población hemisférica del Andarríos Maculado (Actitis macularius) y para el Zarapito trinador (Numenius phaeopus). Además, se calcula que este sitio es usado anualmente por unos 50.000 individuos de aves playeras, por lo cual, ha sido incluido en la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP). Las instalaciones se vivieron en comunidad y unión, sumado al calor, las sonrisas y las experticias de todos, se logró afrontar cada reto y encender las luces del receptor para unirnos a la red de monitoreo. ¡lo logramos!. La segunda estación se instaló en la vereda Bocagrande, en las instalaciones del Ecolodge La Lilianas, municipio de Tumaco (sur de Nariño). Una zona de playas arenosas, planos lodosos y manglares que conforman hábitats estratégicos para la concentración de aves playeras, donde históricamente se han registrado 3546 aves playeras, siendo particularmente importante para poblaciones de Chorlitejo piquigrueso (>200 individuos), Zarapito trinador (132) y Piloto (Tringa semipalmata) (140), según el Censo Neotropical de Aves Acuáticas. Adicionalmente, son dos sitios de importancia para la conservación de especies de aves playeras residentes como el Chorlito piquigrueso y Ostrero (Haematopus palliatus). Las instalaciones se realizaron con la participación de las comunidades locales, la Junta Directiva del Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador, los propietarios del Ecologde Las Lilianas y la Fundación Guandal, con el apoyo de la Fundación Selva“ Su contribución fue clave ya que su interés, conocimiento y forma de superar las dificultades hizo posible que se lograra cada instalación. Contamos con el liderazgo de los biólogos Natasha Valencia y Luis Fernando Castillo de la Asociación Calidris, Marcela Cabanzo de la Fundación Guandal y el apoyo de la FUNDACIÓN SELVA. Los fondos hacen parte del proyecto “Salvaguardar las áreas protegidas del Pacífico colombiano” financiado por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (en inglés, US Fish and Wildlife Service, FWS)”, agregó Estupiñán. Para mayor información: Dina Estupiñán Asociación Calidris dina.estupinan@calidris.org.co

Bioacústica aplicada a la ornitología

Santiago de Cali, Colombia. Durante el mes de julio de 2023, la Asociación Calidris llevó a cabo una jornada de entrenamiento y actualización en bioacústica para miembros de su equipo técnico e invitados de la Fundación Guandal y de Audubon Panamá. Para la realización de este entrenamiento se contó con el apoyo de Diego Lizcano y Jorge Velásquez, de Audubon Américas. La bioacústica es un campo interdisciplinario que combina las ciencias biológicas y acústicas, utilizando tecnologías de sonido para registrar, almacenar y analizar grandes colecciones de datos de comunicación animal (Penar et al. 2020). De acuerdo con Fernández-Gómez et al. (2023) el aprovechamiento de esta herramienta en el estudio de aves ha aumentado en las dos últimas décadas en Colombia. Con este tipo de entrenamiento, la Asociación Calidris, busca no solo que sus investigadores puedan actualizarse en los avances en métodos de estudio, sino que puedan identificar nuevas alternativas para lograr un mejor desempeño en su labor. “Hemos sido testigos del indiscutible avance de la bioacústica, pues, aunque hoy se emplea un aparato de grabación digital automático de menos 30 gramos para realizar sus estudios ornitológicos, sabemos que muchos tuvieron que explorar diferentes rincones del país, a principio de este siglo, con una grabadora portátil TC-D5 de casetes de dos kilogramos, además de un micrófono Sennheiser de 20 cm, sin dejar de lado el resto del equipo de campo: binoculares, GPS, libreta de notas, entre otros”, explicó el biólogo Carlos Ruiz Guerra, de la Asociación Calidris. Extendemos nuestro agradecimiento a los asistentes a la jornada de entrenamiento, así como a Audubon Américas por permitir la presencia de Diego Lizcano quien generosamente compartió todo su conocimiento, así como también a Jorge Velásquez, por toda su gestión Equipo técnico Asociación Calidris y los invitados de la Fundación Guandal y de Audubon Panamá Los avances en este campo se traducen también en que ya no es necesario pasar cientos de horas frente a un ordenador para analizar las grabaciones de las vocalizaciones de las aves, sino que en cuestión de minutos la inteligencia artificial puede asistir en la identificación de las especies. A partir de esta jornada de entrenamiento, la Asociación Calidris espera aprovechar mucho más la bioacústica aplicada a la ornitología, en especial cuando el trabajo de campo puede dificultarse aún más por la ubicación y el acceso a los mismos. Para mayor información: Carlos Ruiz Guerra Asociación Calidris cjruiz@calidris.org.co

Aves y bosques urbanos de Cali

Existen muchos adjetivos que se han acuñado para referenciar a Cali: la Sultana del Valle, la sucursal del cielo, la ciudad de los siete ríos, la ciudad de las aves, entre otros calificativos; lo que demuestra que nos quedamos cortos de elogios en la medida que la vamos conociendo. Desde su fundación en 1536, Cali ha sido una ciudad de cambios, desde un pequeño caserío que creció a orillas del río Cali, a una ciudad cosmopolita, un crisol de culturas, tradiciones y hoy considerada una ciudad biodiversa por sus grandes parques y áreas verdes que albergan una importante cantidad de fauna y flora.   Dentro de este paisaje se encuentran los denominados “bosques urbanos”, áreas verdes que gracias al trabajo conjunto de la comunidad local y el Departamento Administrativo de Gestión de Medio Ambiente – DAGMA, se han venido posicionando como espacios importantes para la conservación de la biodiversidad citadina. Actualmente, existen 23 bosques urbanos que suman alrededor de tres millones de metros cuadrados, representando el 16% de las zonas verdes distribuidos en toda la ciudad[1]. Una iniciativa urbana que busca conocer, conservar y realizar actividades de ciencia ciudadana dentro de ellos.   Atendiendo al llamado de la red de bosques, nos hemos vinculado a este proceso, apoyando desde nuestro conocimiento y experticia, a través de capacitaciones virtuales a los miembros de la red sobre la observación de las aves de nuestra ciudad, que servirán como preparación para participar en el sexto censo urbano de aves de Cali que se realizará en octubre. El proceso inició en el mes de julio y hasta el momento hemos realizado cuatro talleres, con la participación de alrededor de 50 personas de los diferentes bosques urbanos. Las temáticas desarrolladas iniciaron con la base para comprender qué son las aves, cómo ser un buen amigo de las aves en espacios urbanos, el uso de equipos ópticos y el manejo de plataforma de ingreso de datos. Como parte de un ejercicio de práctica en agosto estaremos visitando algunos de los bosques urbanos para observar aves. En septiembre finalizará el proceso de capacitación. Foto: Carlos Acosta Las capacitaciones contaron con diversos recursos digitales que se pueden descargar en nuestra página web. Podrán encontrar una versión actualizada de la publicación “Cómo ser un buen amigo de las aves en espacios urbanos”, así mismo, “Sembrando plantas para cosechar aves”. Este material está pensado para que la comunidad pueda aprender sobre aves y como conservarlas en los espacios de nuestra ciudad.   Agradecemos a cada uno de los participantes y esperamos poder seguir fortaleciendo los diferentes procesos y el interés de la ciudadanía con los bosques urbanos, reconocemos estos espacios vitales para la conservación de las aves, así mismo, esperamos que nuestra ciudad siga siendo espacio para las más de 561 especies de aves que habitan en ella, tanto en su área urbana como rural. Cali, una ciudad alada, llena de colores, jardines y bosques que brinda diferentes servicios ecosistémicos, promoviendo la conservación de la biodiversidad.   Por: Dina Luz Estupiñán [1] www.caligov.co/