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El Censo Neotropical de Aves Acuáticas – CNAA: historias que vuelan 

Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo

El Censo Neotropical de Aves Acuáticas (CNAA) es una actividad que realizamos dos veces al año: en febrero y en julio. En estas jornadas todos podemos participar y aprender sobre cuáles son esas especies de aves que habitan los humedales del valle geográfico del río Cauca. Iguazas (Dendrocygna) Asociación Calidris / Dina Luz Estupiñán Estos datos nos permiten conocer cómo cambian las abundancias de las aves acuáticas, además, cómo están cambiando los sitios. Por eso, este conteo tiene muchas historias para contarnos. Historias que se construyen entre todos, porque más que una actividad de ciencia, es un momento de reconocernos como parte de los ecosistemas.    Así, los tres sábados del mes de febrero, 28 personas madrugamos a visitar quince humedales. Entre estos, los que hacen parte de las madreviejas y arrozales del norte del Cauca y el sur de Jamundí, pasando por humedales urbanos y finalizando en los grandes humedales del centro del Valle, en su gran mayoría asociados a la Laguna de Sonso.  Todos llevamos en común la felicidad que despierta la observación de aves y la emoción de saber qué nos vamos a encontrar. De algo estamos seguros, siempre hay algo nuevo por ver.    Tratamos de llegar antes de que salga el sol, nos terminamos de despertar, tomamos un poco de café y alistamos nuestros equipos infaltables: binoculares, telescopio, trípode y guías de aves. Esta vez hicimos nuestro piloto usando eBird para subir los datos del CNAA, eso sí, sin dejar nuestra gran compañera: la bitácora, libreta donde apuntamos eso que nos queremos llevar en la memoria escrita, con el fin de corroborar información. Polla gris (Gallinula galeata) / Asociación Calidris / Dina Luz Estupiñán Garcita rayada (Butorides striata) / Asociación Calidris / Fernando Castillo Contamos aves sin parar desde las 6:00 hasta las 11:00 am. Durante los recorridos, registramos todas las aves, atentos a observar y escuchar las que están dentro del humedal o en la vegetación alrededor. Las observamos sin prisa, en silencio, sin alterarlas, al fin y cabo, ese es su espacio. Hay que registrar todo, incluyendo cómo está el hábitat, y si notamos alguna alteración, estos datos nos dan una idea de cuánto cambian los sitios y se puede deducir cómo esto afecta o no a las poblaciones de aves acuáticas.   En el camino nos encontramos con el pescador que va a su faena, con una sonrisa de orgullo nos cuenta que, antes él encontraba muchas aves en el humedal y que eso significaba que había muchos peces, pero, “el humedal ha cambiado, ahora no hay muchas de esas aves (refiriéndose a las pollitas de agua o los patos).  Hay que hacer algo para que vuelvan”.    Principales resultados  Todas las aves cuentan y este censo es una invitación a seguir protegiendo los ecosistemas de estos humedales tan importantes para toda la biodiversidad y para la humanidad. Este es el llamado para seguir celebrando no solo en el mes de febrero, sino todo el año: “proteger los humedales para nuestro futuro común”. Hagamos de este planeta un lugar para todos y todas.    Agradecemos a las personas que participaron y aportaron a estos datos. Los invitamos a vernos en nuestra jornada del mes de julio.  ¡Por las aves, con la gente!   Para más información: Dina Luz Estupiñán Coordinadora CNAA Valle del Cauca  dina.estupinan@calidris.org.co 

El astillero dormido en el tiempo

Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo

Cada mes de febrero, desde hace más de una década, el equipo de monitoreo de aves playeras visitamos el Parque Nacional Natural Sanquianga, en la costa pacífica de Nariño, para realizar el conteo de aves en los planos lodosos de esta área protegida. Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo Como siempre, el hospedaje es en Los Mulatos, una pequeña comunidad a orillas del océano Pacífico, conocida por ser el hogar de los «culimochos», hábiles carpinteros navales descendientes de vascos (según cuenta la historia) que, durante generaciones, construyeron gran parte de la flota de cabotaje que surcó estas aguas. La tarde avanza pesada; había llovido todo el día, empapando la tierra y el aire con ese frío extraño que a veces se siente en estas tierras de calor perpetuo. El cielo, cubierto por un manto gris, parece más bajo, oprimiendo la inmensidad del manglar que se extendía a nuestro alrededor. Navegamos por el estero rumbo al astillero de «El Cacao» en compañía de Lucho, nuestro anfitrión en el pueblo y, esta tarde, nuestro guía. Como descendiente directo de los culimochos, conoce cada rincón de estos esteros y cada sendero oculto entre las raíces enmarañadas del manglar. Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo “Hace rato que no se hacía uno”, comentó Lucho al señalar un claro entre los árboles, donde asoman las primeras estructuras del astillero. En otros tiempos, este sitio vibraba con el golpeteo incesante de martillos y el crujir de la madera bajo el filo de los cinceles. Regresar al astillero fue como viajar en el tiempo. El lugar parecía detenido en un letargo forzado, enmudecido desde 2008, cuando una prohibición estatal impidió la construcción de barcos fuera de Buenaventura por razones de seguridad nacional. Desde entonces, quedaron atrás los días en que el golpe seco del mazo contra la madera y el crujido de las embarcaciones naciendo bajo las manos encallecidas de los carpinteros navales llenaban de vida este rincón del Pacífico. El astillero es una estructura sencilla hecha con puntales de madera y techo de zinc que protege al barco en construcción. Caminamos entre sus costillas de madera y repasamos con la mirada los tablones que mantendrán a flote una nave capaz de desafiar al océano. Lucho nos habló con nostalgia: en sus mentes estaban los planos y el conocimiento ancestral para dar forma a cada pieza, para que la quilla encajara y se convirtiera en la columna vertebral del barco. Pero, a su alrededor, el silencio del astillero habla de un futuro incierto: los jóvenes ya no se quedaban en la playa, la madera cedió paso a la fibra de vidrio y al metal, y con ello, los barcos de linaje artesanal navegaban rumbo a la extinción. Foto: Asociación Calidris / Luis Fernando Castillo El sol desciende en el horizonte cuando nos alejamos del astillero. En la brisa aún flota el olor de la madera recién cortada. Tal vez sea la última vez que lo sintamos así, tal vez no haya un próximo barco. Tal vez, cuando regresemos, solo quede la playa, el rumor del mar y la memoria de las embarcaciones que un día nacieron en este rincón de nuestro Pacífico. «Esto no es solo un oficio», dice Lucho. «Es nuestra forma de ser, de vivir el mar». El barco que permanecía inmóvil en el astillero era más que una nave: era un testimonio de resistencia, un último intento por desafiar el olvido. Pero, ¿quién tomará el mazo cuando las manos de estos hombres ya no puedan sostenerlo?   Escrito por: Luis Fernando Castillo Director  Asociación Calidris calidris@calidris.org.co

¡Acciones de conservación por el águila andina en Colombia!

Foto: Gilder González-Montenegro / Fundación Águilas de los Andes

Compartimos buenas noticias para la conservación del águila andina, con el inicio del proyecto “Conservando el águila andina (Spizaetus isidori) en Colombia”, el cual se concentrará en dos departamentos del corredor Paraguas-Munchique-Bosques montanos del Sur de Antioquia, específicamente en Risaralda y Valle del Cauca. Foto: Gilder González-Montenegro / Fundación Águilas de los Andes Santiago de Cali, Colombia. El águila crestada, como también es llamada, (Spizaetus isidori) es una de las rapaces más emblemáticas de los Andes, se distribuye en siete países (Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina), y pese a su amplia distribución, está entre las aves más amenazadas, al punto de catalogarse como en peligro (EN) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza -IUCN.   A través de este proyecto se apuesta por mitigar dos de las principales amenazas para la especie tales como la degradación y perdida de hábitat, y la cacería de individuos causada por el conflicto humano-águila.   En 2018 formulamos, junto con otras organizaciones ambientales, el Plan de manejo para la especie, estableciendo así, una base para abordar la conservación del águila. Actualmente, mediante este nuevo proceso queremos avanzar en la implementación de dicho plan de manejo.   Este proyecto, que cuenta con el apoyo financiero del Fondo de Alianza para Ecosistemas Críticos (CEPF por sus siglas en inglés) y el Fondo Patrimonio Natural, espera integrar el trabajo con socios CEPF a nivel del Corredor y a nivel regional, con el aporte de organizaciones de Perú, Bolivia y Ecuador, así como de grupos locales a lo largo del territorio.   Durante su implementación, identificaremos amenazas, describiremos abundancia y calidad del hábitat de la especie, y con base en ello, aportaremos a su mejoramiento a través del uso de herramientas de manejo del paisaje y mejores prácticas productivas. Así mismo, esperamos fortalecer grupos locales en el monitoreo del águila, en aspectos de liderazgo en conservación con enfoque de género y en la construcción e implementación de una estrategia de comunicación y educación regional.   Próximamente vamos a compartir información sobre los avances en la implementación de esta iniciativa que busca aportar a la sobrevivencia de esta importante ave rapaz, que une países y comunidades en torno a la protección de su hábitat.   «El Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos es una iniciativa conjunta de La Agencia francesa de Desarrollo, la Conservación Internacional, la Unión Europea, la Fundación Hans Wilsdorf, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Gobierno de Japón y el Banco Mundial. El programa del CEPF en los Andes Tropicales está financiado por el Gobierno de Canadá a través de Asuntos Globales Canadá. La meta fundamental es asegurar que la sociedad civil se dedique a conservar la diversidad biológica.”   Para más información:   Luis Fernando OrtegaInvestigador asociadoAsociación Calidrislfortega@calidris.org.co

Navidad con Alas: conteo navideño de aves en la cordillera Occidental

El pasado 19 de diciembre 37 personas participamos en el conteo navideño de aves de la cordillera Occidental. Pero, ¿Por qué contar aves y por qué en navidad? Foto: Asociación Calidris Hace más de 100 años era tradición salir a cazar aves durante esta temporada. Afortunadamente, el ornitólogo Frank Champan tuvo una gran preocupación por el futuro de estas especies y propuso una alternativa: salir a contarlas, dando origen al conteo navideño de aves (Christmas Bird Count).   Esta iniciativa fue muy bien recibida, y sigue llevándose a cabo en todo America entre el 14 de diciembre y el 5 de enero. Durante este tiempo, organizaciones y voluntarios se unen para salir a contar aves en diversos lugares que van desde la costa hasta los bosques de alta montaña. El conteo se realiza contando aves en un círculo de 24 km de diámetro. En la cordillera Occidental este círculo abarca 8 localidades en el bosque subandino del Área Clave para la Biodiversidad (KBA) Bosque de San Antonio, Km 18, Chicoral y Dapa. Todas las localidades se visitan en un solo día, con el objetivo de detectar visual y auditivo la mayor cantidad posible de especies. Foto: Asociación Río Cali Foto: Asociación Río Cali Estos conteos proporcionan información valiosa sobre las especies presentes y su abundancia, datos que apoyan en las estrategias de conservación de muchos sitios. Además, fomenta la participación de tod@s, convirtiéndose en una actividad de ciencia participativa en la que cada persona contribuye al proceso de recolección de datos.    Agradecemos al equipo técnico de la Asociación Calidris y la Asociacion Rio Cali – Colombia BirdFair, la Fundación Dapaviva junto a sus niñas, Hostal Debusale, Finca Lomalinda, La Minga Ecolodge, la Sociedad Vallecaucana de Ornitología – Dacnis, Bosque de Niebla Birding and Nature y al Club de Observadores de Aves Gallito de Roca y tod@s los observadores voluntarios que nos acompañaron a esta cita con las aves.   A continuación les invitamos a conocer algunos importantes resultados obtenidos durante este conteo navideño de aves: Para más información: Dina Luz Estupiñán Investigadora Asociada Asociación Calidris dina.estupinan@calidris.org.co

El Torito Cabecirrojo te cuenta su historia

Mi nombre científico es (Eubucco bourcierii), pero puedes llamarme Torito Cabecirrojo. ¿Sabes qué significa mi nombre? Torito Cabecirrojo (Eubucco bourcierii). Foto: Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Viene del griego eu (hermoso) y del latín bucco (barbudo), así que básicamente soy un «barbudo hermoso»🐦. ¡Y con esta cabecita roja, no me queda duda, aunque si soy hembra, llevo tonos más discretos en verde y amarillo!! 😎   Me encanta vivir en los bosques húmedos de montaña, especialmente en los Andes colombianos. Si madrugas y caminas por los bordes de los bosques, cerca de Cali, quizás me veas revoloteando entre los árboles. Me encanta recorrer los árboles en busca de mi comida favorita: frutas jugosas y pequeños insectos como saltamontes, escarabajos y hasta arañas. ¡Soy un acróbata del follaje! Revoloteo entre las ramas y hasta busco bichitos escondidos entre hojas secas. 🍃A veces voy solo, pero otras veces me junto con mis amigos en grupos de hasta 8 toritos. ¡Somos una banda divertida! 🎉 Torito Cabecirrojo (Eubucco bourcierii) Fotos: Asociación Calidris / Luis Carlos Mora Si me buscas entre marzo y julio, quizás me encuentres construyendo mi nido. Ambos, mi pareja y yo, excavamos un hoyo en un tronco viejo o usamos uno que dejaron los carpinteros. Allí ponemos de 2 a 5 huevos, y en unos 15 días ya tendremos polluelos. ¡Los alimentamos con insectos hasta que estén listos para volar! 🐣   Aunque por ahora no estoy en peligro de extinción, siempre es importante cuidar nuestros bosques para que siga habiendo lugares donde pueda vivir y revolotear feliz. 🌳   Así que, si vienes a Cali, y estes en la zona rural, abre los ojos y para oreja… quizás te sorprenda con mi canto y mi colorido plumaje. 🕊️   Para más información: Luis Carlos Mora MedinaBiólogo MSc.Asociación Calidrislcmora@calidris.org.co

Balance 2024: 33 años tejiendo esperanza por las aves, con la gente

Se acerca el final del año, y con él llega ese instante inevitable en el que pausamos nuestras actividades para reflexionar sobre el camino recorrido. Cada paso, cada logro y cada desafío vivido durante estos meses nos invita a hacer un balance lleno de gratitud y satisfacción. Reunión la de los socios BirdLife en las Américas Se acerca el final del año, y con él llega ese instante inevitable en el que pausamos nuestras actividades para reflexionar sobre el camino recorrido. Cada paso, cada logro y cada desafío vivido durante estos meses nos invita a hacer un balance lleno de gratitud y satisfacción.   Este 2024 ha sido un año que reafirma nuestra misión como guardianes de la biodiversidad, recordándonos que nuestro propósito trasciende fronteras y nos conecta profundamente con las aves, sus hábitats y las comunidades que dan vida a esta causa. Con inmensa alegría celebramos 33 años como organización de la sociedad civil, construyendo un legado de conservación que no solo se enfoca en la riqueza natural, sino que inspira a otras organizaciones y personas a seguir soñando y actuando.   En este sentido, resaltamos la declaración de la primera área protegida bajo el proyecto Conserva Aves Colombia, un esfuerzo internacional que se hizo realidad gracias al compromiso colectivo y que nos confirma como pioneros en la protección de la vida silvestre. Además, en los Llanos Orientales, hemos continuado destacando la majestuosidad de esta región, trabajando junto a sus habitantes para que sus medios de vida, tan profundamente ligados a la tierra, sigan siendo la base de la conservación de este paisaje único. Los Andes colombianos nos regalaron nuevas oportunidades para fortalecer nuestra labor con la llegada de fondos que impulsaron la conservación de la Reinita de Canadá en la Cordillera Occidental del Valle del Cauca. Este esfuerzo ha permitido consolidar comunidades y procesos que no solo cuidan de esta migratoria, sino también del equilibrio de los ecosistemas que nos sostienen. Asimismo, el Proyecto de monitoreo de aves playeras o MSP, que cumplió 12 años de actividades en la costa Pacífica de América, continúa siendo un ejemplo de colaboración, conectando a más de 15 organizaciones de 13 países y mostrándonos cómo trabajar en red puede transformar nuestra región.   El 2024 también nos trajo momentos que quedarán grabados en nuestra memoria colectiva. Por primera vez en Colombia, acogimos con orgullo la reunión de los socios BirdLife en las Américas, una celebración de unidad y compromiso que sentimos como un sueño hecho realidad. A ello se sumó nuestra participación activa en la COP16 en Cali, donde como anfitriones apoyamos el accionar de toda la delación que tomó parte de este espacio de decisión global. https://www.youtube.com/watch?v=MpqQ_9Ql2vc Como si fuera poco, en octubre también celebramos además los 10 años del Censo Urbano de Aves de Cali, así como el reconocimiento de nuestra ciudad como “Ciudad de Aves”, y seguimos tejiendo redes de conservación en la Amazonía, el Caribe colombiano y con el sector cañicultor del Valle del Cauca.   Nada de esto habría sido posible sin las manos y los corazones que nos acompañan: nuestro equipo técnico, las comunidades locales, los donantes, las organizaciones aliadas y las entidades gubernamentales que han creído en nosotros. A todos, gracias por caminar a nuestro lado, por compartir este sueño y por recordarnos que juntos podemos construir un mundo donde las aves y las personas encuentren un refugio común. Que este cierre de año sea una invitación a seguir volando alto, con esperanza y determinación, por las aves, con la gente.   Para más información: Luis Fernando Castillo Director Asociación Calidris calidris@calidris.org.co

Los frutos del Monitoreo participativo de la reinita de Canadá

Queremos contarles que este año, hemos estado trabajando por la conservación de dos aves migratorias, la Reinita de Canadá (Cardellina canadensis) y la Reinita Cerúlea (Setophaga cerulea) en la cordillera Occidental del Valle del Cauca, gracias al apoyo financiero del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. San Isidro, Bolívar – Valle del Cauca. Asociación Calidris / Diana Ramírez Bolívar, Valle del Cauca. Desde el 2021, iniciamos con el objetivo de fortalecer las capacidades de las personas de Reservas Naturales de la Sociedad Civil, para la toma de decisiones a favor de la biodiversidad y la protección de los recursos naturales. Aunque han sucedido cambios y adversidades, el grupo ha continuado creciendo y rindiendo frutos. En Bolívar, hemos visto cómo en las personas que hacen parte del grupo de monitoreo participativo, ha crecido el interés y la motivación por querer conservar estas especies.   En algunas ocasiones han continuado el proceso por su cuenta, lo cual nos llena de orgullo y satisfacción. Actualmente nos apoyan con la investigación de la densidad poblacional de las Reinitas y nos hemos dado cuenta que los conocimientos que albergan, les han permitido seguir creciendo como grupo de monitoreo comunitario y de manera individual. Monitoreo participativo en Bolívar, Valle del Cauca. Asociación Calidris / Valentina Hinojosa Bolívar, Valle del Cauca. Asociación Calidris / Gabriel Jaramillo En los recorridos, nos hemos encontrado con la Reinita de Canadá, una de nuestras especies de interés, la cual hemos estado buscando desde septiembre de este año. Nuestra felicidad se ha duplicado al tener la oportunidad de apreciar la emoción que inunda a las personas cuando la logran identificar y observar. También, al compartirles el conocimiento sobre otras especies que nos topamos en el camino, como el Carpinterito punteado (Picumnus granadensis), un ave endémica, es satisfactorio ver cómo se asombran de poder observarlas y que estén presentes en su territorio.   En los próximos meses, estaremos continuando con los procesos del monitoreo participativo y la investigación de las Reinitas con el grupo local. Además, planemos publicar un protocolo de monitoreo que contiene información del proceso y que tiene aportes confiables sobre la relación de las aves con los usos de la tierra (zonas agrícolas y pecuarias, así como parches de bosque) y cómo estos pueden favorecer la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo a favor de la conservación de la avifauna.   Para más información: Diana Ramírez Investigadora Asociada  Asociación Calidris dramirez@calidris.org.co

¡Vamos a monitorear nuestras aves y nuestras playas! 

En los ecosistemas costeros de Bocagrande y El Bajito Tumac estamos conformando un grupo de ciencia participativa para monitorear las aves acuáticas, migratorias y residentes, con el fin de fortalecer las buenas prácticas del turismo regenerativo y aportar a la sostenibilidad del territorio. Grupo de ciencia participativa Bocagrande Tumaco, Nariño. La Asociación Calidris y el programa Destino Naturaleza de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) estamos implementando el proyecto “Aves acuáticas y perturbaciones humanas en las playas de El Bajito Sanador y Bocagrande en Tumaco – Nariño: Una propuesta de turismo regenerativo y monitoreo participativo comunitario”.     En el marco de dicho proyecto, en el mes de noviembre llevamos a cabo nuestro segundo encuentro. El primer día, llegaron muy puntuales Mario, Yefferson, Diana Carolina, Sandra, Óscar, Alexis, Víctor, Lucía, Cristian, Isaul, Rosa y Nataly, quienes con buen ánimo y, desde cada una de sus organizaciones nos acogieron, y dimos así, inicio al taller en el que nos propusimos realizar un diagnóstico participativo de amenazas y oportunidades de las playas de Bocagrande.    En mapas impresos, identificamos aquellos lugares donde se pueden observar diversas especies de aves acuáticas, así como otros grupos animales como ballenas y tortugas, de igual manera destacamos la importancia de  lugares, ricos en pesca artesanal, gastronomía y espacios de conservación, entre otros. También identificamos las amenazas existentes. Este diagnóstico, es una importante herramienta para la construcción del plan de monitoreo que realizaremos en esta localidad. Para ello, el grupo propuso una pregunta orientadora, que dará paso al proceso de investigación.  Grupo de ciencia participativa Bocagrande Grupo de ciencia participativa Bocagrande Estas actividades se replicaron con los integrantes del grupo de ciencia participativa que viven en la playa de El Bajito, donde nos dieron la bienvenida y nos contaron que su barrio es reconocido localmente como El Bajito Tumac, y que así es como prefieren nombrarlo.    Acá, Héctor, Magaly, Diana Elizabeth, Lida, Kelly, Carolina, Jesús, Marcela, Magdalena, María Aide y Grimanesa, en distintas mesas de trabajo, hicieron el diagnóstico de oportunidades y amenazas del territorio, y socializaron los pasos a seguir en la construcción del plan de monitoreo.    El encuentro, tanto en Bocagrande como en El Bajito Tumac, nos permitió abordar el tema de la comunicación como un elemento fundamental en el fortalecimiento comunitario y las buenas prácticas del turismo. Como parte de las actividades, identificamos audiencias, mensajes y medios clave para fortalecer este proceso.  Grupo de ciencia participativa El Bajito Tumac Grupo de ciencia participativa El Bajito Tumac De esta manera, el grupo de ciencia participativa de Bocagrande y del Bajito Tumac, toma fuerza y se prepara para el mes de diciembre, cuando nos reencontraremos para profundizar en el plan de monitoreo y para avanzar en el diseño de una estrategia de comunicación, los cuales aporten a la conservación de las aves acuáticas y migratorias, y al fortalecimiento comunitario para la sostenibilidad del territorio.    Este proyecto, liderado por la Asociación Calidris, es financiado por el Programa Destino Naturaleza de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés).    Para más información  Dina Luz Estupiñán Investigadora Asociación Calidris dina.estupinan@calidris.org.co 

La COP16: Un Legado de Paz con la Naturaleza para Calidris y Colombia. 

Terminó la COP16 en Cali, la COP de la gente, un evento que sin dudas dejó marcas profundas en nuestra ciudad, así como en nuestra labor y visión como organización. Terminó la COP16 en Cali, la COP de la gente, un evento que sin dudas dejó marcas profundas en nuestra ciudad, así como en nuestra labor y visión como organización. Declaración de Cali como «Ciudad de aves» Santiago de Cali, Colombia. Fuimos anfitriones, testigos y parte de un esfuerzo global y diverso, una convergencia de voces y aspiraciones que resonaron por nuestras calles y montañas, que fueron tema de conversación de nuestras familias y vecinos. Allí, entre tantas ideas y compromisos, sentimos que el trabajo de conservación de la biodiversidad no solo es una causa justa, sino una esperanza compartida, un acto de paz con la naturaleza, como bien señaló el lema de esta cumbre.    Uno de los logros que nos llenó de ilusión fue el nacimiento del “Fondo Cali”. Este fondo, como una semilla plantada en tierra fértil, se proyecta como una vía para que las comunidades locales, esas mismas que conviven diariamente con la naturaleza, puedan beneficiarse del uso responsable y equitativo de la biodiversidad. Al pensar en nuestras comunidades aliadas, con quienes compartimos la misión de conservar los territorios de las aves, este fondo suena como una promesa de apoyo directo. Aunque sus detalles operativos aún deben definirse, soñamos con los proyectos que podrían nacer de él y con el impacto positivo en el sustento de las personas que, como nosotros, aman la tierra que habitan.  Bichofue (Pitangus sulphuratus) Asociación Calidris Bosque urbano de la Loma de la Cruz También celebramos la creación de un órgano que amplificará la voz de los pueblos indígenas y afrodescendientes en la conservación de la biodiversidad. Imaginamos a nuestros amigos y colaboradores, a quienes consultamos con frecuencia para aprender de sus conocimientos ancestrales sobre los ciclos de la vida y las especies, finalmente teniendo un lugar de honor en la toma de decisiones. La naturaleza misma nos recuerda la importancia de cada voz en el ecosistema, y saber que esos saberes serán reconocidos y escuchados en un espacio global nos llena de satisfacción y esperanza.    Sin embargo, no podemos ignorar los desafíos. La financiación, siempre escurridiza, sigue siendo un obstáculo en este viaje. Aunque los países desarrollados se comprometieron a aportar fondos para la conservación, las diferencias entre donantes y beneficiarios han sembrado una sombra de incertidumbre. Nos preocupa, y cómo no, dado que muchos de los proyectos que realizamos dependen en gran medida de estos recursos. Aun así, mantenemos la esperanza de que, en futuras cumbres como la COP17, este asunto se aborde con el compromiso que requiere, abriendo puertas para que las organizaciones pequeñas y comunidades locales, tengan acceso a un financiamiento estable y justo.    La COP16 fue mucho más que una serie de acuerdos. Fue un espacio en el que la biodiversidad cobró voz y rostro, con miles de personas, desde campesinos hasta líderes globales, clamando por un mundo más respetuoso con la vida. Ahora que nuestra vida en nuestra ciudad vuelve a la calma, sentíamos el eco de las voces ya lejanas, como un llamado a seguir avanzando, a ser parte de esta nueva era de “Paz con la Naturaleza”. La COP16 nos ha dejado, sin duda, un legado y una misión renovada, y el compromiso de llevar el estandarte de la conservación con más fuerza y convicción.  No podemos cerrar esta experiencia sin resaltar el reconocimiento de Cali, como Ciudad de Aves, otorgado por Environment for the Americas y American Bird Conservancy. Esta categoría nos permitirá visibilizar la importancia de las aves urbanas en la toma de decisiones sobre el manejo de la ciudad como un ecosistema clave para la vida. ¡Por las aves, con la gente!    Para más información:  Luis Fernando Castilo  calidris@calidris.org.co  director  Asociación Calidris 

Nuestro Valle, su refugio: Conservar el hábitat para las aves migratorias

Desde la Asociación Calidris apoyamos a nuestros socios locales en sus iniciativas, por esta razón, compartimos con ustedes este corto realizado por Mario Virgen, de Bolívar(Valle), con quien venimos trabajando en diferentes procesos para la conservación de la reinita canadiense en la cordillera Occidental. Bolívar, Valle del Cauca. “Nuestro Valle, su refugio” es un cortometraje animado en 2 dimensiones que busca visibilizar la pérdida de los hábitats del Valle del Cauca, y su importancia para las aves migratorias, es una iniciativa que surgió gracias a las experiencias en el grupo de monitoreo comunitario de aves del corregimiento de Primavera en el municipio de Bolívar, Valle del Cauca, para mi trabajo de grado y poder titularme como profesional, surge la intención de contar una conmovedora historia que se complementa con su ave protagonista, en este caso la Reinita de Canadá (Cardellina canadensis) una pequeña ave que habita en la vegetación baja, cuya migración sobresale debido a su poca permanencia en las zonas reproductivas siendo unas de las primeras en migrar al sur y de las últimas en regresar al norte. Así mismo, la preocupante disminución de individuos de esta especie en la última década, resultado de las actividades humanas, la convierte en una gran protagonista. https://www.youtube.com/watch?v=X4nw8f9DFxg Acerca del cortometraje, este fue creado con el estilo de animación de los años 90 y 2000, cuyas técnicas destacan por tener bases en las técnicas manuales donde las pinceladas y texturas predominan en una imagen con detalles únicos. La historia inicia en un bosque de Canadá, donde nace un pichón de Reinita Canadiense (Cardellina canadensis), después de un par de meses emprende vuelo a su primera migración al sur, en su camino observa algunas amenazas y al llegar se enfrenta a la pérdida del hábitat, el cual visitaban sus antepasados.  Es una reflexión para conservar y restaurar los hábitats.   Para lograr un impacto conté con la corporación socio ecológica para el futuro de Bolívar, Valle – ECOFUTURO un importante aliado local, quien apoyó la iniciativa desde el inicio con equipos e información del territorio. Así mismo, la Asociación Calidris y sus profesionales, con el trabajo en los grupos de monitoreo comunitario de aves, han llevado la formación y la práctica un paso más adelante, donde la comunidad toma iniciativas, para contribuir en la conservación. Aunque el cortometraje está inspirado en este municipio, la situación está presente en el departamento, lo cual hace importante visibilizar a otras comunidades estos problemas y que fomenten iniciativas para proteger y conservar el medio ambiente.   Para más información: Carlos Mario Virgen Valencia mariovirgenva@gmail.com 10° semestre Diseño Visual Digital INTEP – Roldanillo, Valle