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Comprometidos con la conservación de un territorio

El Pacífico colombiano es una fusión entre los territorios ancestrales de comunidades indígenas y comunidades negras, con el mar, ríos, acantilados, islas e islotes y toda su biodiversidad. El manglar es para muchas comunidades su tesoro más valioso, tanto como fuente de recursos económicos y alimenticios, como barrera de protección. Por años, muchas de estas comunidades han protegidos estos ecosistemas, pero la tala incontrolada de manglar está poniendo en serio riesgo los procesos de conservación que se adelantan, así como sus tradiciones y modos de vida.   A pesar de esta situación, al sur de Colombia en el departamento de Nariño, en el municipio de Santa Bárbara de Iscuandé, existe un territorio importante para la conservación de las aves playeras y manglares: el Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador, conformado por 10 comunidades asentadas a la orilla del río Iscuandé y donde habitan cerca de 2200 personas. El Consejo comunitario se comprometió desde el año 2014 a realizar acciones de conservación como consumir, pescar y vender la Piangua (Anadara tuberculosa) de tamaño mayor a 5cm; monitorear este recurso, vigilar y monitorear el manglar, capacitarse y participar en el proceso. Como resultado, las comunidades han obtenido recursos invertidos en obras de mejoramiento en cada comunidad, y su participación activa en la toma de decisiones que repercuten en el aumento del empoderamiento social; alianzas con otras organizaciones como la Universidad de los Andes, con un proyecto piloto de electromovilidad, les ha permitido explorar nuevas opciones. Nuestra apuesta es que las acciones de conservación permitan mejorar los medios de vida de las comunidades donde se implementan, de este modo su sostenibilidad tiene mayores oportunidades, una comunidad con necesidades insatisfechas difícilmente pondrá como prioritario la conservación de sus recursos.   Por esto, junto con Conservación Internacional Colombia, Nia Tero y el Consejo comunitario, renovamos en este mes de abril, por quinto año consecutivo, el acuerdo de conservación del bosque de mangle con la esperanza de que este esfuerzo y estos logros sean siempre positivos.   Por: Patricia Falk Fernández

Un territorio que conserva el manglar y la piangua

Consejo Comunitario en Nariño, trabaja por la conservación de la piangua una especie sobreexplotada en el país.   Desde hace tres años el Consejo Comunitario Esfuerzo Pescador – CCEP, en el municipio de Santa Bárbara de Iscuandé Nariño está comprometido con no capturar, ni vender o consumir piangua menor a 5 centímetros (talla mínima permitida en Colombia). Hoy celebramos la renovación por tercer año de este acuerdo realizado entre el CCEP, Asociación Calidris, Conservación Internacional y Fondo Acción.   Al evento asistieron representantes de los tres consejos comunitarios vecinos, Unicosta, Chanzará y Bajo Tapaje; el gabinete de la alcaldía de Santa Bárbara de Iscuandé, en cabeza del secretario de ambiente del municipio; Conservación Internacional, Asociación Calidris y representantes de las 10 comunidades del Consejo comunitario.   ¿Qué es un acuerdo de conservación?                                           Es un mecanismo de participación mediante el cual se realizan acciones voluntarias que fortalecen los procesos de conservación y desarrollo sostenible en un territorio   ¿Cuál es el propósito de este acuerdo de conservación? Busca proteger el bosque de mangle del territorio y especialmente la piangua un recurso que se consume tradicionalmente en la costa pacífica colombiana y que moviliza la economía en la zona.   ¿Por qué conservar la piangua? Debido al consumo creciente en el país vecino Ecuador, es un producto que se considera sobreexplotado en Colombia declarado en peligro de extinción. Cuando se hace uso racional de los recursos naturales, usando solo lo necesario y a través de buenas prácticas, aseguramos que las futuras generaciones también los puedan disfrutar. ¿Qué acciones implementa el acuerdo? NO capturar piangua de tallas inferiores a la reglamentaria, es decir más pequeña de 5 centímetros. NO vender o negociar piangua de tallas inferiores al a reglamentaria. Establecer áreas de uso temporal, a través de una extracción rotativa   ¿Qué impactos  sociales se han generado en estos dos años de acuerdo? A través del proceso de formación denominado escuela de líderes, se han capacitado 150 personas del territorio en temas de monitoreo, identificación de especies, liderazgo y legislación. Además piangueros y líderes han tenido la oportunidad de visitar y conocer experiencias nacionales e internacionales de Acuerdos de conservación. ¿Qué sigue este año? Se avecinan nuevos retos, es necesario identificar alternativas productivas que bajen la presión a los recursos pesqueros e incluir temas ambientales en el proyecto escolar. Además continuaremos con el monitoreo de piangua, como herramienta clave en el cumplimiento del acuerdo.