Integración de la perspectiva de género en procesos de conservación

Desde el mes de febrero de 2025 asumimos el reto de integrar la perspectiva de género en el proyecto “Conservando el águila andina (Spizaetus isidori) en Colombia”, financiado por el Fondo de alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF, por su sigla en inglés).  

Foto: Asociación Calidris

El propósito es fortalecer los liderazgos en conservación de las mujeres en las comunidades del Corredor Paraguas-Munchique-Bosques montanos del Sur de Antioquia, específicamente en Risaralda (KBA Tatamá y KBA La Empalada) y Valle del Cauca (KBA PNN Farallones).

 

A través de los ejercicios de diagnóstico y caracterización se identificaron los horarios y periodos más propicios para la realización de los talleres del proyecto, lo que permitió favorecer una mayor participación de las mujeres.

 

Entre algunas de las acciones implementadas se encuentran: ajuste a las encuestas e instrumentos de recolección de información para ampliar información relacionada con roles diferenciados en acciones de cuidado y conservación. También priorizamos la participación de las mujeres en las distintas acciones del proyecto; y aportamos al fortalecimiento de capacidades técnicas de las mujeres para el ejercicio de su liderazgo en procesos de conservación.

 

En el caso de los grupos de monitoreo comunitario, promovimos activamente la inclusión femenina y se brindó acompañamiento al Grupo de Monitoreo Comunitario “Guardianes Verdes” de Chorritos (La Celia, Risaralda), integrado por 11 mujeres y 6 hombres.

Foto: Eliana Toro / Asociación Calidris

En cuanto al fortalecimiento de capacidades técnicas, en la zona de influencia de las Área Clave para la Biodiversidad (KBA) La Empalada y Tatamá (Risaralda), se brindaron herramientas para fortalecer los conocimientos en gestión de proyectos ligados a la conservación ambiental con enfoque de género. En estos espacios participaron 16 personas (8 hombres y 8 mujeres) a través de dos talleres dirigidos a las organizaciones que integran la Federación Comunitaria para el Manejo de las Áreas Protegidas de Risaralda (FECOMAR).

 

Por su parte, en el departamento del Valle del Cauca, se acompañó a la Asociación Pambasa y a la Fundación Pico Pance en el diseño e implementación de una iniciativa de control social ambiental, financiada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Esta iniciativa se orientó al fortalecimiento de la exigibilidad de derechos, en particular frente a la defensa y conservación del ecosistema y del territorio de los Farallones de Cali.

 

En cuanto al fortalecimiento de capacidades técnicas, en la zona de influencia de las Área Clave para la Biodiversidad (KBA) La Empalada y Tatamá (Risaralda), se brindaron herramientas para fortalecer los conocimientos en gestión de proyectos ligados a la conservación ambiental con enfoque de género. En estos espacios participaron 16 personas (8 hombres y 8 mujeres) a través de dos talleres dirigidos a las organizaciones que integran la Federación Comunitaria para el Manejo de las Áreas Protegidas de Risaralda (FECOMAR).

 

La propuesta fue formulada por cinco (5) mujeres del corregimiento de Pance, reconocidas por su compromiso con la conservación desde un enfoque cultural y comunitario.

Foto: Jairo Vargas / Asociación Calidris

Una experiencia con múltiples aprendizajes

 

Escuchar las voces de las mujeres y, en general, de las comunidades, es clave para fortalecer sus capacidades y avanzar hacia una conservación más inclusiva. Esta escucha activa permite reconocer que en los territorios ya existen esfuerzos, colectivos e iniciativas en marcha; por tanto, el desafío no es imponer nuevas dinámicas, sino potenciar y acompañar las que ya existen.

Desde el proyecto, nuestra apuesta se centró en generar espacios de diálogo y construir puentes de colaboración con comunidades y colectivos liderados por mujeres, promoviendo el intercambio de saberes y la articulación de acciones conjuntas.

 

A lo largo del proceso, comprendimos que, para reducir las brechas de vulnerabilidad vividas por las mujeres rurales, se requiere compromisos sostenidos a largo plazo. Esto implica fomentar procesos de diseño participativo y realizar análisis de género con enfoques diferencial e interseccional, capaces de reconocer las múltiples identidades, experiencias y condiciones que caracterizan a cada territorio.

Foto: Asociación Calidris

Estos aprendizajes reafirman la importancia de las alianzas y del trabajo articulado entre organizaciones locales, instituciones y programas de cooperación internacional comprometidos con la equidad y la conservación.

 

Estas acciones son apoyadas por CEPF, una iniciativa conjunta de La Agencia francesa de Desarrollo, la Conservación Internacional, la Unión Europea, la Fundación Hans Wilsdorf, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Gobierno de Japón y el Banco Mundial. El programa del CEPF en los Andes Tropicales está financiado por el Gobierno de Canadá a través de Asuntos Globales Canadá. La meta fundamental es asegurar que la sociedad civil se dedique a conservar la diversidad biológica”.

 

¡Por las aves, con la gente!

 

 

 

Para más información:

 

Eliana Ivet Toro Carmona

Asociación Calidris

etoro@calidris.org.co

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