Balance CNAA Valle geográfico del río Cauca, febrero de 2016

Entre el 6 y el 21 de febrero, se llevó a cabo el Censo Neotropical de Aves Acuáticas, actividad promovida por Wetlands International que conmemoró su 50 aniversario de existencia. Recordemos que esta iniciativa logra juntar cada

año un gran número de voluntarios a lo largo de todo el mundo y se realiza de manera simultánea en 143 países del mundo, registrando cerca de 40 millones de aves acuáticas cada temporada. Este censo se ha constituido en uno de los programas de monitoreo de aves más importantes a nivel mundial, debido a que no solo abarca un grupo de especies que ocupa uno de los ecosistemas más presionados del planeta, sino que también ha logrado consolidarse como uno de los eventos de ciencia ciudadana de mayor reconocimiento.

 

Desafortunadamente para nuestra región esta conmemoración estuvo enmarcada por una serie de situaciones negativas sucedidas en algunos de los humedales más emblemáticos de nuestra comarca y que son una muestra clara de la forma como son vistos estos importantes ecosistemas estratégicos.

 

Como bien lo documentaron los medios de comunicación, durante enero y febrero de 2016, propietarios de predios aledaños a la Laguna de Sonso y a la Ciénaga El Conchal, llevaron a cabo sin la autorización ambiental requerida, movimientos de tierras y transformaciones en el flujo hídrico que afectaron más de 30 hectáreas de dos de los más extensos e importantes humedales de nuestro departamento. Aunque las obras se pararon y hay investigaciones en marcha, el daño está hecho y lo que esperamos es conocer cómo serán las acciones que se adelantaran para intentar revertir y recuperar las afectaciones causadas.

 

Entrando en lo que fueron los resultados de las jornadas del censo en nuestra región, en general podemos decir que los conteos arrojaron resultados un poco por debajo de lo observado tradicionalmente en las jornadas de febrero para la región, esto en cuanto a número de especies y número de individuos de aves acuáticas ya que se registraron 6561 individuos y 46 especies de aves acuáticas, es decir 4431 individuos y 4 especies menos que en 2015.

 

En el Censo participaron 25 observadores y se visitaron 16 humedales ubicados a lo largo del valle geográfico del rio Cauca (departamentos de Valle y Cauca) incluyendo sitios naturales como madreviejas y ciénagas, así como ambientes artificiales como lagos, reservorios de agua y cultivos de arroz.

 

El sitio con mayor riqueza de aves fueron las lagunas del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en donde se contaron 30 especies, seguido por las madreviejas Videles y Gota de Leche con 27 y la Laguna de Sonso con 24.

 

Las especies más frecuentes fueron el pellar (Vanellus chilensis) que se observó en más del 90% de los sitios visitados, seguido por el coquito (Phimosus infuscatus) que estuvo en el 87% de los sitios y la pollita gris (Gallinula galeata) que se vio en el 81% de los humedales. Las dos primeras especies son que se adaptan con facilidad a áreas de transición entre el ambiente acuático y terrestre y la pollita es sin duda el rállido más común en la región.

 

En esta oportunidad el sitio con mayor abundancia fue la Laguna de Sonso con 1186 individuos, seguido por las laguna del CIAT con 1010 y después la Ciénaga el Conchal con 990.

 

Aunque en proporciones menores a lo visto en 2015, nuevamente los patos estuvieron a la vanguardia en cuanto a las especies más abundantes ya que la zarceta (Anas discors), la iguaza maria (Dendrocygna bicolor) y la iguaza común (D. autumnalis) constituyeron el 45% de total, aportando cada una respectivamente 1201, 968 y 790 individuos.

 

Aparte de estas especies de anátidos abundantes, mencionamos también los registros de 27 individuos del pato colorado (Anas cyanoptera) y los 19 del pato pico de oro (Anas geórgica), ambas especies en Peligro de Extinción en nuestro país.

 

Otro registro interesante fue el individuo de garza morena (Ardea herodeas) que nuevamente fue visto en la finca el Sillero. Recordemos que para el interior del país, esta especie migratoria transcontinental solo había sido registrada en el altiplano cundiboyacense hace unos 60 años, pero en el CNAA del año pasado se vio un ejemplar en este mismo sitio.

 

Además de los hechos ya señalados ocurridos en la Laguna de Sonso y la Ciénaga El Conchal, debemos mencionar que la fuerte temporada de sequía que vive buena parte del país, ha afectado también el estado de muchos de los humedales naturales y varios de ellos presentan niveles muy bajos de agua, aumento de vegetación circundante y en general, disminución de su área total, algo que muestra a todas luces la preocupante situación que enfrenta estos ecosistemas y la necesidad de hacer un mayor esfuerzo institucional por su recuperación y mejoramiento.

 

Nuestros humedales son ecosistemas que tienen un papel importante no solo como refugio para las aves acuáticas, los bienes y servicios ambientales que prestan los hacen de enorme importancia económica y ecológica, por eso no solo los entes estatales deben procurar su protección, esto debe ser una responsabilidad y un interés colectivo, por lo que todos debemos estar atentos para evitar que se sigan destruyendo.

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