El águila real de montaña (Spizaetus isidori), o llamada también como águila andina en Ecuador, es una de las rapaces más majestuosas y enigmáticas de los Andes. Con una altura de hasta 77 centímetros y una envergadura que alcanza los 1,8 metros, su vuelo resulta imponente sobre los bosques montanos de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Foto: Jaime Culebras / FCAE Su presencia contribuye al equilibrio de las redes alimentarias o tróficas, al regular las poblaciones de al menos 40 especies de las que se alimenta, como pavas de monte, aves medianas y pequeños mamíferos, lo que a su vez favorece la regeneración de los bosques. A pesar de su importancia ecológica, en Ecuador el águila andina se encuentra En Peligro Crítico de extinción, con una población estimada de menos de 250 individuos. La pérdida acelerada de hábitat, la persecución directa y los conflictos con comunidades rurales han provocado un alarmante declive de sus poblaciones. Rastros de vida: los nidos en los Andes Ecuatorianos Uno de los mayores desafíos para la conservación del águila andina es su baja tasa reproductiva. La especie pone un solo huevo por nidada, al cual ambos padres dedican un cuidado intensivo, y puede transcurrir hasta tres años antes de reproducirse nuevamente. Esta característica hace que cada nido identificado represente una esperanza invaluable para la supervivencia de la especie. Hasta 2025, la Fundación Cóndor Andino Ecuador ha identificado alrededor de 60 territorios de parejas reproductivas en todo el país y se monitorean 27 nidos siete provincias de Ecuador. Este trabajo ha permitido entender cuándo y cómo anidan las águilas, además de cómo se dispersan y sobreviven con el tiempo. Cada hallazgo es fruto de largas jornadas de monitoreo, caminatas en zonas montañosas, paciencia bajo la espesa neblina y el compromiso conjunto de técnicos, comunidades locales y otras instituciones aliadas. A través de cámaras instaladas cerca de los nidos y horas de observación, se han identificado algunas presas que los adultos llevan a sus crías y se ha documentado el comportamiento de los polluelos en sus primeras semanas de vida. Estos registros son clave para definir estrategias de conservación eficaces, al revelar las condiciones que favorecen el éxito reproductivo de la especie. Para comprender cómo se mueven y sobreviven los individuos jóvenes y adultos, la Fundación Cóndor Andino ha implementado dispositivos de rastreo satelital en cinco ejemplares de águila andina. Esta tecnología permite seguir en tiempo casi real sus desplazamientos, revelando información clave sobre territorios, áreas de caza y amenazas potenciales. Los primeros resultados indican que los juveniles recorren grandes distancias en busca de un territorio propio, enfrentando riesgos como la electrocución, la cacería y la escasez de presas. Los adultos, en cambio, mantienen zonas fijas alrededor de sus nidos, con un rango territorial estimado en 3 km. Estos datos permiten identificar zonas prioritarias para la conservación y promover acciones para reducir amenazas, en coordinación con comunidades locales, gobiernos y organizaciones ambientales. Foto: Jaime Culebras / FCAE Comunidades, cultura y conservación El trabajo de la Fundación Cóndor Andino Ecuador (FCAE) no se limita al ámbito científico. También impulsa procesos comunitarios y educomunicativos que fortalecen la relación entre las personas y el águila andina. Gracias al apoyo de instituciones como el Fondo de Alianzas para los Ecosistemas Críticos (CEPF, por su sigla en inglés) y la Fundación Futuro Latinoamericano, se capacita a comunidades rurales sobre la importancia ecológica de esta especie, se promueve el manejo adecuado de aves de corral, y se rescatan nombres tradicionales como “urcuanga” o “cachoanga”, que expresan el vínculo cultural con el águila a través de materiales y actividades de sensibilización ambiental. La elaboración de un Plan de Conservación para la protección del águila andina en el sur del Ecuador —dentro del Corredor de Conectividad Sangay–Podocarpus—, junto con el hallazgo de nuevos nidos y el uso de rastreadores satelitales, representan hitos clave en la ciencia y la conservación. Cada dato obtenido y cada comunidad que se suma, fortalecen el camino hacia un futuro en el que el águila andina continúe volando libre sobre los bosques de los Andes. Estos avances no solo abren un horizonte de esperanza, sino que sientan las bases para un Plan de Acción de Conservación Regional, fundamental para asegurar la supervivencia de esta especie emblemática y de los ecosistemas que la sostienen. La FCAE reafirma su compromiso con la conservación del águila andina. Gracias al respaldo de aliados como el CEPF y la Fundación Futuro Latinoamericano, continuará trabajando por la protección de esta especie clave para la salud de los ecosistemas y el bienestar de las generaciones futuras. Tanto en Ecuador como en Colombia, las acciones de conservación en favor del águila real de montaña, lideradas por la Fundación Cóndor Andino (Ecuador) y la Asociación Calidris (Colombia), junto con otras organizaciones locales, son apoyadas por CEPF con el fin de integrar el trabajo con socios #CEPF a nivel del Corredor y a nivel regional, con el aporte de organizaciones de #Perú, #Bolivia y #Ecuador, así como de grupos locales a lo largo del territorio. Para más información: Carolina Jiménez Sub-directora de comunicación FCAE cjimenez@fundacioncondor.org
El águila andina, espíritu de los bosques ecuatorianos
