Si se tiene en cuenta que una de cada ocho especies de aves en el mundo está en peligro de extinguirse debe ser prioritario buscar acciones que logren frenar este acelerado proceso de pérdida en la biodiversidad global. Es por ello necesario establecer como entre todos, podemos trabajar para seguir disfrutando del vuelo y del canto de las aves. Para lograrlo, es clave identificar aquellos lugares donde se debe actuar rápidamente, así como definir cuales actores pueden contribuir a que el futuro de aquellas especies de aves de interés de conservación también llamadas especies detonantes, sea más favorable.
Justo una de esas estrategias de identificación de sitios y de actores es el programa Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la biodiversidad (AICA o IBA, por sus siglas en inglés: Important Bird and Biodiversity Areas). Este programa, creado por BirdLife en 1985, funciona en 200 países con más de 13.600 AICA registradas. Estas áreas varían en cuanto a tamaño, desde menos de 1 km2 hasta más de 600.000 km2 y la red total de AICA abarca aproximadamente un 9 % de la superficie terrestre y un 2 % de los océanos. Los criterios en que se basa la identificación de las AICA se han adaptado ahora para crear un estándar global para identificar lugares que contribuyen a la conservación de la biodiversidad – o áreas clave para la biodiversidad (KBA por sus siglas en inglés).
En Colombia, el programa AICA está incluido en el Decreto 2372 de 2010 el cual señala que es una designación internacional y una Estrategia Complementaria de Conservación. Este programa es coordinado por la Asociación Calidris, BirdLife en Colombia y en la actualidad contamos con 128 AICA en el país que cubren más de nueve millones de hectáreas e incluyen ecosistemas terrestres, marinos y continentales.
En 2023 el programa AICA en Colombia incluyó tres predios donde la ganadería es la principal actividad económica y se ubican en la sabana inundable en los municipios de Paz de Ariporo y Hato Corozal en el departamento de Casanare. Es así que estos tres sitios que cubren 9.534 hectáreas buscan conservar los hábitats de especies de aves como el playero canelo (Calidris subruficollis), el ganso del Orinoco (Oressochen jubatus), el paujil colicastaño (Mitu tomentosum), entre otras.
La designación de estas nuevas AICA por parte de BirdLife es producto de un proceso que lideró la Asociación Calidris desde 2017 con apoyo de Fundación Bobolink, USAID-Programa de Riqueza Natural y BirdLife International. A continuación, presentamos las tres nuevas AICA designadas para Colombia y les damos la bienvenida a los propietarios que ahora conforman los Grupos Locales de Conservación-LCG de cada una de las AICA:
Sus 5885 hectáreas mantienen un legado familiar que ha permitido que la actividad ganadera vaya de la mano con la conservación de más 200 especies de aves que dependen de la sabana inundable de la Orinoquia colombiana. De hecho, una de las especies de aves más emblemáticas de los Llanos es la corocora (Eudocimus ruber), la cual encuentra en el AICA Hato Sinaí una de las áreas de mayor congregación de individuos.
Esta nueva AICA alberga un típico paisaje llanero conformado por extensos bosques humedales y sabanas de singular belleza en los que el paujil colicastaño (Mitu tomentosum) y el pato carretero (Oressochen jubatus) encuentran hábitats seguros para reproducirse. El AICA Hato Sinaí es manejada por la familia Omaña, un grupo de personas comprometidas con el legado de conservación de la sabana inundable del Casanare.
AICA Reserva Natural Puerto Rico & La Polonia
Sus 2637 hectáreas están incluidas en el Sitio de la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras (RHRAP) Sabanas de Paz de Ariporo y Trinidad por albergar el 1,25% de la población global del playero canelo (Calidris subruficollis). Esta nueva AICA, ubicada entre el Río Guachiría y el Caño El Bejuco, presenta congregaciones significativas de individuos del ganso del Orinoco (Oressochen jubatus), una especie vulnerable a la extinción en Colombia que depende de la sabana inundable. Así como el ganso del Orinoco, otras especies de aves, mamíferos, reptiles, peces y anfibios hoy cuentan con el AICA Reserva Natural Puerto Rico & La Polonia. La familia Arenas Parada, desde el miembro más joven hoy reafirman su compromiso por mantener los hábitats claves para el futuro de la biodiversidad llanera.
AICA Reserva Fundo Raudal de Flor Amarillo
Ubicada en el municipio de Hato Corozal, departamento de Casanare, cubre 1012 hectáreas consideradas clave para el futuro de especies de aves como el paujil colicastaño (Mitu tomentosum), el playero canelo (Calidris subruficollis), la lora festiva (Amazona festiva) y el Batará Ceniciento (Thamnophilus nigrocinereus). Además, esta AICA incluye un área protegida de carácter privado que es la Reserva Natural de la Sociedad civil Fundo raudal de flor amarillo. Los Sandoval Olaya son una fiel muestra de que es posible encontrar una excelente unión entre producción y conservación de la biodiversidad sin dejar de lado su constante preocupación por mantener los elementos propios de la cultura llanera.
Por:
Yanira Cifuentes-Sarmiento y Carlos Ruiz-Guerra
Investigadores Asociados
Asociación Calidris
cruiz@calidris.org.co
ycifuentes@calidris.org.co